Los miembros de la UE rechazan los aranceles propuestos por Trump, confían en alcanzar un acuerdo, pero advierten que tomarán medidas
España, Alemania, Francia, Portugal, Países Bajos e Italia expresan su desacuerdo ante estas medidas
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en el edificio del Parlamento Europeo. / picture alliance
Trump impondrá aranceles del 30 por ciento para todos los productos procedentes de la Unión Europea a partir del 1 de agosto. Así lo ha anunciado el presidente de Estados Unidos este sábado mediante la publicación del comunicado que ha remitido a las autoridades de la Unión Europea en su red social Truth Social.
La carta, dirigida a la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, expresaba que Trump solo dará marcha atrás si la UE se compromete a la fabricación de productos en terreno estadounidense; e informaba que, de darse cualquier represalia o aumento de los aranceles por parte de la Unión Europea "se añadirá al 30% que cobramos".
Ursula von der Leyen ha reiterado al presidente de Estados Unidos que Bruselas sigue dispuesta a negociar un acuerdo comercial aunque se reserva la adopción de medidas de represalia "si lo ve necesario". Von der Leyen ha avisado de los efectos de este gravamen sobre " las cadenas de suministro transatlánticas esenciales" que se verían interrumpidas, y sostiene que actuaría en detrimento de "empresas, consumidores y pacientes a ambos lados del Atlántico".
También el presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha hablado al respecto. Costa ha defendido la voluntad de la UE de mantenerse "firme, unida y dispuesta" a proteger sus intereses, a la vez que "construyendo asociaciones comerciales sólidas en todo el mundo".
Las reacciones de los países miembros
Los países afectados no han tardado en manifestarse sobre los aranceles. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este sábado que España apoya a la Comisión Europea en sus negociaciones para alcanzar un acuerdo.
Sánchez, en su cuenta de X, ha reiterado su compromiso con la apertura ecónomica, que junto al comercio "crean prosperidad", mientras que "los aranceles injustificados la destruyen". El presidente además ha defendido la unión de los europeos, que "constituimos el mayor bloque comercial del mundo", y ha animado a usar "esa fortaleza para alcanzar un acuerdo justo".
Desde Alemania, la ministra de Economía Katherina Reiche ha pedido una solución negociada que con "pragmatismo" se concentre en los "principales puntos del conflicto", según recoge la televisión pública alemana ZDF. Reiche advierte de los efectos económicos que estos aranceles tendrían no sólo en las empresas europeas, sino también al otro lado del Atlántico.
En el caso de Portugal, el presidente Sousa ha recordado que las negociaciones todavía no han terminado y que el diálogo va a continuar "con la esperanza de que sea posible encontrar una solución en interés de todos". Menos positivo se ha mostrado el el primer ministro en funciones de Países Bajos, Dick Schoof, quien si bien ha ofrecido su "pleno" apoyo a la Comisión Europea, califica de "preocupante" la decisión tomada por Washington.
Asimismo, el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, abogó por seguir buscando una solución negociada, pero recordó en un mensaje en X que los Veintisiete están dispuestos "a responder con duras contramedidas si fuera necesario".
Francia acentúa la necesidad de preparar "contramedidas creíbles"
Emmanuel Macron, el presidente francés, ha declarado que comparte con Von der Leyen el "fuerte rechazo" al anuncio del presidente estadounidense y ha defendido su "apoyo total" a la Comisión en las negociaciones. El presidente ha subrayado la necesidad de preparar "contramedidas creíbles" si finalmente se materializan.
En un mensaje publicado en X, el presidente ha expresado su objetivo de lograr un acuerdo que "refleje el respeto que se deben mutuamente unos socios comerciales como la Unión Europa y Estados Unidos, con sus intereses comunes y cadenas de valor integradas", ha concluido.
El Gobierno italiano por su parte, ha calificado como "sinsentido" entrar en una guerra comercial entre Estados Unidos y la UE, y ha pedido buena voluntad de todas las partes implicadas para lograr "un acuerdo justo que refuerce a Occidente en su conjunto", según ha declarado en un comunicado oficial.
La primera ministra Georgia Meloni, ha recalcado su "pleno apoyo" a las gestiones de la Comisión Europea y ha augurado que éstas "se intensificarán en los próximos días". Italia considera "esencial" concentrarse en las negociaciones y evitar una "polarización que haría más complejo alcanzar un acuerdo".
