La carta de una aspirante a las oposiciones docentes en Murcia: "Esto no va solo de sacar una plaza; va de que la administración asuma su responsabilidad y deje de jugar con nuestro futuro"

Madrid

Este año me he vuelto a presentar al proceso selectivo del Cuerpo (598) de Profesores Especialistas en Sectores Singulares de Formación Profesional, especialidad Estética. Era mi segunda vez... y, otra vez, no he pasado. Pero lo que siento ahora va más allá de la frustración habitual. Me siento profundamente desilusionada y engañada. Porque lo que está ocurriendo con estas oposiciones no solo es injusto: es opaco, arbitrario, y carente de respeto hacia quienes nos presentamos con vocación y esfuerzo.

Suspenso masivo en la primera fase de las oposiciones docentes

Examen sin garantías

La prueba escrita exige el desarrollo de un tema... pero no hay un temario oficial. Los temas disponibles están publicados desde 1996: desfasados, obsoletos, y completamente alejados de la realidad profesional actual. Somos los opositores quienes tenemos que construir y modernizar el contenido como podemos, sin guía, sin referencias comunes. Se exige actualidad, se exige calidad… ¿pero desde qué base?

La corrección es completamente subjetiva. Nadie nos explica qué se valora ni cómo se puntúa. Las calificaciones parecen fruto del azar. Y esto genera una inseguridad que va más allá del examen: cuestiona todo el proceso. La parte práctica roza lo absurdo. Cada año es una odisea conseguir modelo, asumir gastos que pueden ascender a 3.000 € en materiales, y prepararse para una prueba que puede incluir cualquier técnica, por muy específica o poco habitual que sea.

Este año, además, a solo diez días del examen, se cambió el formato sin previo aviso. Ya no hubo ejecución técnica, sino un supuesto escrito y preguntas tipo test. ¿De verdad se puede cambiar algo tan fundamental con tanta improvisación?

Tribunales fuera de especialidad y silencio administrativo

A esto se suma un hecho aún más grave: las presidentas de los tribunales no pertenecían a la especialidad de Estética. Esto contradice la propia Orden de convocatoria (20 de noviembre de 2024, artículos 22 y 23). Sin embargo, ahí estaban, evaluando algo que desconocen. Y los resultados hablan por sí solos: muchas compañeras que estaban trabajando han quedado directamente en el paro.

La distribución de plazas en la FP Básica se sigue haciendo de forma desigual entre Estética y Peluquería, sin atender la demanda legítima de reparto justo. Las profesionales de Estética seguimos perdiendo terreno, sin que nadie nos escuche.

¿De verdad somos tantos los que no llegamos? ¿O hay algo más que no se quiere decir?

Esta lucha no va solo de conseguir una plaza. Va de dignidad. Va de exigir a la Administración que asuma su responsabilidad y deje de jugar con nuestro futuro. Ser docente de Formación Profesional significa mucho más que explicar contenidos: significa formar, orientar, y dignificar una profesión.

Lo que hemos vivido no es transparente. Lo que hemos vivido no es justo. Las puntuaciones no se entienden, los criterios están enterrados bajo silencio administrativo, y el desgaste emocional es brutal.

Sé que no soy la única. Lo que está pasando en Murcia no es un caso aislado. En otras comunidades también se está viviendo un aluvión de suspensos difícil de justificar. ¿De verdad somos tantos los que no llegamos? ¿O hay algo que no se quiere decir?

Con respeto, pero también con firmeza, pido que se escuche nuestra voz. Que se revise el proceso. Que se actúe. Porque detrás de cada oposición fallida hay una vida, una vocación, una apuesta por el futuro de la educación pública.

Atentamente,

Aurora