"O nosotros colaboramos o no tiene solución": un dilema se convierte en una "verdad desagradable" sobre el problema de la vivienda
El periodista Fernando H. Valls ha presentado un supuesto que es cada vez más habitual

"O nosotros colaboramos o no tiene solución": un dilema se convierte en una "verdad desagradable" sobre el problema de la vivienda
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El último programa de La cena de los idiotés, el periodista Fernando H. Valls ha presentado un dilema muy pertinente para la actual crisis de la vivienda que afronta España. Nuestro país era un país de propietarios. En las generaciones pasadas, el alquiler era una opción limitada para los estudiantes o los trabajadores que se desplazaban temporalmente de ciudad. Pero los números muestran que cada vez son más lo que encuentran dificultades para entrar en el mercado de la vivienda.
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En una mesa que ha compartido, junto a los habituales, Manuel Jabois, Ángeles Caballero y Aimar Bretos, y la actriz Ana Torrent, Valls ha presentado un dilema que ha provocado, quizás, una reacción que no esperaba. "Poneros en la piel de un chico o chica que tiene una vivienda porque la ha heredado. Vive junto a su pareja en esa vivienda, tienen sueldos dignos y no tienen que asumir ningún gasto", empieza explicando.
El problema llega cuando esa pareja evoluciona y tienen un hijo. La vivienda en la que habían podido vivir hasta ahora se queda muy pequeña, obligando a la familia a buscar una más grande y poner esa en alquiler para poder asumir el coste de 200 euros de la hipoteca de su nuevo hogar. Aquí llega el dilema.

Esta vivienda que quieren poner en alquiler se encuentra en una de las conocidas como zonas tensionadas, en una ciudad como Madrid o Barcelona, por lo que, según el precio de mercado, podrían ponerla en alquiler por un precio de 1.500 euros al mes. Tras una serie de entrevistas, hay dos opciones que quedan finalista.
La opción A es una familia parecido a la suya, con un niño y que quiere vivir en la zona, principalmente, porque está cerca del colegio al que acude su hijo. Sin embargo, esta familia no puede asumir ese alquiler y asegura que su tope se encuentra en los 1.000 euros. La opción B es una familia totalmente diferente a la tuya, incluso "el marido lleva una pulserita de España", pero no ponen pegas a asumir el precio que pides por vivir en tu casa.
¿A quién le alquilarías tu vivienda? Las respuestas de Jabois, Caballero y Torrent han sido muy similares, pues todos han optado por elegir la opción B, especialmente porque esa te permitiría seguir viviendo sin estrecheces. "La evolución del mercado de la vivienda no puede depender solo de gestos heroicos, solidarios e individuales. Tiene que haber una regulación que tase todo mucho y muy bien", destacaba Bretos.
Una reflexión con la que Fernando H. Valls no ha podido comulgar del todo, pues él tenía claro que apostaría por la opción A. El comensal afirmaba que el problema afecta no solo a los niveles más bajos de la sociedad, por lo que apela a la solidaridad de los propietarios.
Además, el periodista insistía en que el problema parte de la base de que la mayoría de propietarios son particulares, por lo que para encontrarle solución, es necesario que hagan ciertas concesiones. "La mayoría de las viviendas son de particulares, son nuestras. O nosotros colaboramos o el problema no tiene solución. La ínfima vivienda pública que hay en España en este momento imposibilita una solución pronta al problema, ni siquiera a medio plazo", lamentaba.




