La técnica de Berto para ahorrar el máximo papel higiénico posible: "Es que es un asqueroso"

¿Qué pasa cuando una empresa millonaria decide recortar en lo más básico? En Nadie Sabe Nada de la SER, Berto Romero y Andreu Buenafuente convirtieron una situación laboral absurda en uno de los momentos más hilarantes y escatológicos de la temporada.

Todo surgió a raíz de un mensaje ficticio enviado por una oyente, Mary Chell, que denunciaba una situación tan absurda como reveladora.

"Trabajo en una empresa millonaria y en nuestra tienda trabajamos ocho. Nos han mandado 12 rollos de papel higiénico que tienen que durar tres meses", leyó Berto, subrayando con ironía la contradicción entre los recursos de la compañía y la escasez de algo tan básico como el papel higiénico. "Empresa millonaria, sí, sí… y nos mandan eso", repitió con tono sarcástico.

A partir de ahí, la conversación derivó en una delirante reflexión sobre cómo racionar el papel. "¿Cuánto papel se coge en el baño? Es un estándar nunca definido", planteó Berto, antes de compartir una técnica que, según él, aprendió en los Boy Scouts: usar un solo cuadradito de papel.

Con entusiasmo grotesco, comenzó a describir el proceso: "Se dobla por la mitad y cortamos así en medio. Reservamos este trocito. Y ahora metemos el dedo por aquí… limpiamos con el dedo… y luego con este papel…". Buenafuente, entre risas y gestos de incredulidad, intentó detenerlo: "¡No ha tocado nada de momento, es verdad! Pero no lo voy a describir para que en casa no tengan que pasar por esto…".

Pero Berto no había terminado: "¡No he acabado! Y ahora te haces con el trocito que has cortado y te limpias la uña". "Es que es un asqueroso, siempre está con esas mierdas", sentenció Andreu, mientras el público estallaba en carcajadas.

El momento, aunque envuelto en humor escatológico, sirvió como una crítica velada a la precariedad laboral y a las decisiones absurdas que a veces toman las grandes corporaciones. La imagen de una empresa millonaria que reparte 12 rollos de papel para tres meses entre ocho empleados no solo es cómica, sino también inquietantemente plausible.