Una dermatóloga advierte sobre los riesgos de la sobreexposición solar, incluso con protección: "No hay que tener el moreno como un objetivo"

Madrid

Con la llegada del verano, el sol vuelve a convertirse en protagonista de las vacaciones. Para muchas personas, esta época del año es sinónimo de playa, piscina y largas jornadas al aire libre, lo que a menudo se traduce en la búsqueda de un bronceado ideal. Sin embargo, como cada año, los dermatólogos insisten en recordar los peligros asociados a la exposición solar. Aunque el uso de fotoprotector se ha popularizado, cada vez más especialistas cuestionan la idea de que tomar el sol, incluso con protección, sea una práctica segura para la piel.

Entre este grupo de expertos se encuentra Ángeles Flórez, dermatóloga y coordinadora nacional de la campaña Euromelanoma de la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venerología. "El moreno es inevitable, es un mecanismo de defensa de la piel, pero nunca debemos tenerlo como objetivo. En las sociedades occidentales, estar moreno se comenzó a relacionar con la belleza, con el descanso y con el éxito social. Se ha convertido en un objetivo estético y esto ha creado un problema", ha explicado la experta en La Ventana.

Sin embargo, esto no quiere decir que haya que esconderse del sol, pues para sintetizar la cantidad de Vitamina D media que necesitamos nos bastaría con una exposición de unos 15 minutos al día: "Y no en toda la superficie, solo en brazos y piernas. Eso sí, siempre con protección solar porque los fotoprotectores no impiden la síntesis de Vitamina D", ha resaltado Flórez.

Además, la dermatóloga ha señalado que uno de los principales problemas es la falsa sensación de seguridad que genera el uso de fotoprotector. "Los protectores solares protegen, sí, pero deben utilizarse para exponerse al sol de forma más saludable, no para justificar una sobreexposición. La fotoprotección va mucho más allá de aplicarse crema: implica sentido común, evitar la exposición innecesaria y, sobre todo, no buscar el bronceado como objetivo", ha afirmado.

Para ello, es fundamental tener en cuenta el número de factor de protección solar (FPS) indicado en los productos. "El número del protector solar señala el nivel de protección que ofrece frente al sol. Hace referencia al tiempo que puedes estar expuesto en comparación con si no lo hubieras aplicado. Si utilizas un factor 50 y lo reaplicas correctamente, estarás bien protegido", ha explicado la dermatóloga.

Al igual que otros productos como cremas, perfumes o maquillajes, los fotoprotectores también pueden tener un impacto en el medioambiente. "Las farmacéuticas están trabajando para que los protectores solares sean lo menos nocivos posible, pero está claro que todo lo que hacemos tiene consecuencias", ha concluido Ángeles Flórez.