Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla recuerdan los límites del humor en sus inicios: “Solo nos pedían no tocar la Iglesia ni la monarquía”

Durante su participación en el programa Dos por Cuatro de la Cadena SER, Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla reflexionaron sobre cómo ha cambiado el panorama para quienes quieren iniciarse en el mundo de la comedia. "¿Cómo lo tienen para empezar ahora la gente?", les preguntaban. A lo que Reyes respondía con ironía: "Yo les recomendaría que no lo hiciesen". Sin embargo, ambos coincidieron en que hoy en día sigue habiendo muchos circuitos para actuar: "Hay muchísimos bares y salas donde puedes actuar", comentaron, aunque reconocieron que ya no existe un escaparate televisivo como lo fue El Club de la Comedia o los programas de nuevos cómicos de Paramount Comedy.

También destacaron que, aunque el acceso a la televisión ha cambiado, las redes sociales y plataformas como YouTube o TikTok han abierto nuevas vías para que los cómicos se den a conocer. "Ahora puedes hacerte viral con un vídeo de un minuto", comentaron, aunque reconocen que eso también ha cambiado la forma de escribir humor: "Todo tiene que ser más inmediato, más corto".

Al recordar sus inicios con La Hora Chanante, aseguraron que no tuvieron grandes problemas con la censura: "No nos pusieron muchas cortapisas", dijo Reyes. "Chanante era bastante libre", añadió. Eso sí, recordaron que en Paramount Comedy se les pedía evitar ciertos temas en los monólogos: "Ni con la Iglesia ni con la monarquía". Aun así, reconocen que nunca sintieron que eso limitara su creatividad: "Había tanto de lo que reírse, que no nos preocupaba".

En un tono más crítico, Reyes apuntó que hoy en día hay quienes defienden que "no se puede hablar de nada", cuando en realidad "se puede hablar de todo, como podemos comprobar". Y, con su característico humor, remató con un ejemplo provocador: "Quequé y Miguel Bosé, el cual dice que hay que beber lejía".

Además, hablaron de su amistad desde la infancia, de cómo se conocieron en Albacete y de su evolución como dúo cómico. También compartieron anécdotas sobre sus primeros bolos, los nervios de actuar en bares con apenas diez personas y la importancia de "hacer mucho el ridículo" para aprender.