"Me miraban más a mí que al novio": el traje más horripilante de Andreu Buenafuente

En el universo de la moda, hay errores que se entierran en el fondo del armario y otros que se convierten en leyenda. Andreu Buenafuente revivió en Nadie Sabe Nada una de sus anécdotas más memorables: la vez que un traje lo convirtió en el centro de atención de una boda... para mal.

"Me compré un traje una vez para una boda y el de la tienda me metió un golazo", confiesa Buenafuente, recordando cómo terminó con un pantalón "prácticamente a medio pecho" y una americana azul oscuro brillante, "como de Talking Heads, pero desestructurada". Tenía apenas 20 años y, como muchos jóvenes, "me dejé llevar por la presión de la moda y los consejos de un amigo, que me dijo: 'Tú tienes que creerte que eres el más moderno de la zona'", recordó.

"¿Esta americana no es un poco grande?", expresó sus dudas al vendedor, pero la respuesta del vendedor fue lapidaria: "Sí, sí, se lleva así, ya verás". El dependiente le dobló las mangas, le subió aún más el pantalón, le ajustó el cinturón y lo dejó listo para el desastre. "Salí de esa tienda como el superviviente de un accidente aéreo de moda", remata Andreu, provocando la risa de su compañero.

Berto Romero, entre carcajadas, interviene: “¡Eso es lo peor que te pueden decir! 'Se lleva así'". Y añade: "Tienes que conseguir una foto y enseñárnosla, porque esto pide documento".

El traje, que costó "un huevo en su momento", solo fue usado una vez. "Me miraban más a mí que al novio", dice Buenafuente. Desde entonces, la prenda duerme en algún rincón del olvido, como testigo mudo de una época en la que la moda podía ser tan cruel como un chiste mal contado.

No obstante, la anécdota mejora cuando Andreu se compara con una versión de Tino Casal: "Yo era como Tino Casal de comarcas, pero sin gracia". Berto, rápido como siempre, le pone nombre artístico: "Tino Comarcal".