Un marciano entre terrestres: los cambios en el ciclismo que explican la diferencia de Pogacar con los corredores del pasado
El esloveno dio otra exhibición en el Tour y muchos le empiezan a considerar como el mejor ciclista de la historia

Un marciano que corre entre terrestres: los cambios que explican la diferencia de Pogacar con el ciclismo del pasado
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Pogacar va sobrado. Es la palabra que más se repite después de que este jueves diese un estacazo a la general tras ganar —y de qué manera— en Hautacam. El esloveno es el mejor del mundo, no solo por llevar el maillot arcoíris, sino porque cada día que pasa hay más voces expertas que dicen que nunca han visto a un ciclista como él, e incluso, gente que ha visto a Merckx, dicen que como siga así le va a superar.
Atacó a pie de puerto, durante 12 kilómetros ha ido en cabeza y ha terminado levantando los brazos en una de las cumbres pirenaica más reconocidas del Tour de Francia. Ni un doble ganador del Tour de Francia como es Vingegaard apenas le puede seguir la rueda. Gana con una autoridad tremenda que hace que su cuarto Tour de Francia esté muy encarrilado. "Come en otra mesa, corre de otra forma, es una liga aparte", subraya Iñigo Markinez en El Larguero.
Este año es todo para Pogacar... y lo cierto es que solo una circunstancia de carrera, como una caída, le puede dejar fuera. Es imposible de superar, repiten los expertos. "Ya no es el tiempo que mete en meta que les ha pintado la cara a los demás, es las sensaciones que transmite", subraya Markinez, voz del ciclismo en la Cadena SER. Es "insaciable y egoísta", algo que es vital en un corredor que aspira a todo. Si a ese carácter ganador lo mezclas en una coctelera con las condiciones que tiene, te sale Tadej Pogacar.
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"He visto a Hinault como lo más parecido a él, pero creo que este es mejor", dijo el exciclista Roberto Torres. La realidad es que Pogacar no solo es que puede ganar en cualquier sitio, es que quiere hacerlo dando espectáculo. "Le gusta ganar sobrado", repiten. Y sus 26 años sorprenden, ya que tiene mucha carrera por delante para batir muchos récords. Lleva tres Tour de Francia y va camino del cuarto. Sin ir más lejos, los del club de los cinco se subieron al peldaño más alto de Los Campos Elíseos con mayor edad que con la que lo va a conseguir el esloveno. Jacques Anquetil lo hizo con 29, Eddy Merckx y Bernard Hinault con 27 y Miguel Induráin con 30.
"Ahora empiezan a ganar mucho antes. Induráin se cascó cinco Tours antes de ganar el primero. Iba una semana, luego 15 días, iba aprendiendo poco a poco, y cuando lo tenía todo mascado fue al asalto del maillot amarillo y logró cinco consecutivos", explica Iñigo Markinez. Ese tiempo es pasado. Ahora se corre de otra forma, se entrena de otra forma y se compite de otra forma. "Los chavales de 20 años están peleando ya por ganar el Tour de Francia, cuando antes, a esa edad, el objetivo era acabarlo", continúa. Con la edad y las condiciones que tienen Pogacar va a marcar una época y es probable que cuando tenga 30 años le sigamos viendo vestido de amarillo. "Parece un marciano que corre entre terrestres", le define el narrador de la ronda gala en la SER.
Las diferencias con cualquier ciclismo pasado son grandes. Sin ir más lejos, Pogacar ha logrado este jueves la segunda ascensión de Hautacam más rápida de toda la historia (35'08'') y solo le supera Bjarne Riis en 1996 que años más tarde confesó que iba dopado. "Han cambiado los entrenamientos. Saben lo que va a hacer un chaval desde joven con los vatios que puede mover. Lo tienen todo medido", explica Roberto Torres.
Todo va de la mano con Pogacar. Sí que ha tenido dos años que no ha ganado el Tour, pero este año UAE le ha hecho un equipo que le ha resuelto lo que necesita: dejarle en el último puerto. Ahí no necesita a nadie, solo se basta para meter una minutada a quien haga falta. Y además, en su vida personal también se respira ciclismo. Urska Zigart, campeona de Eslovenia de ciclismo en ruta y contrarreloj en 2024, es su pareja. "En sus días libres va a entrenar por ahí. Van a montar en bicicleta juntos. Tiene la cabeza tan bien colocada", señala Roberto Torres. Aunque también le avisa: todos los ganadores han visto cómo en un momento concreto ha llegado alguien por detrás que le ha superado. Parece que ese momento no llegará por ahora.
Y Pogacar quiere más. Parte como favorito en la cronoescalada que final en Peyragudes. Es cierto que, hace dos años, Vingegaard sentenció el Tour en una etapa parecida camino de Combloux, pero ahora el escenario ha cambiado y el recorrido cuenta con rampas de hasta el 16% en el tramo final. "O mucho cambia o Pogacar da otra exhibición", asegura Borja Cuadrado, enviado especial de la SER a un Tour que parece prácticamente sentenciado. Con los ciclistas españoles sin energía, solo falta saber si el joven Florian Lipowitz puede hacer guerra por el segundo o tercer puesto.

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Íñigo Renedo
Redactor de deportes en la Cadena SER que también forma parte del programa de música indie 'Fuego y...




