Estados Unidos revoca el visado al juez encargado del proceso judicial contra Bolsonaro tras las medidas cautelares impuestas
La Policía federal de Brasil impuso al expresidente Jair Bolsonaro la obligación de llevar tobillera electrónica y no utilizar las redes sociales

El juez del Tribunal Supremo Federal de Brasil, Alexandre de Moraes. / Arthur Menescal

Madrid
El secretario de Estados Unidos, Marco Rubio, ha ordenado la revocación del visado al juez del Tribunal Supremo de Brasil Alexandre De Moraes, encargado del proceso judicial contra Jair Bolsonaro, tras la imposición de medidas cautelares contra el expresidente brasileño por la financiación de una trama en Estados Unidos para defender su inocencia. La medida también se ha aplicado a los "aliados" del juez en la Corte y sus familiares.
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Así lo ha anunciado Marco Rubio en un mensaje adjunto al anuncio de la revocación del visado. "La cacería política del juez Alexandre De Moraes, del Tribunal Supremo Federal de Brasil, contra Jair Bolsonaro creó un complejo de persecución y censura tan amplio que no solo viola los derechos fundamentales de los brasileños, sino que también se extiende más allá de las fronteras de Brasil y afecta a los estadounidenses", ha señalado el secretario estadounidense en X.
La secretaria de Relaciones Institucionales del Gobierno brasileño, Gleisi Hoffmann, también se ha pronunciado al respecto, asegurando que la revocación, que caerá sobre el juez y otros siete magistrados del Tribunal Supremo, se describe como "agresiva" y "mezquina". "Esta represalia agresiva y mezquina contra una decisión del Tribunal expone el nivel degradante de la conspiración de Jair Bolsonaro y su hijo, Eduardo Bolsonaro, contra nuestro país. No se avergüenzan del oprobio internacional que han causado en su desesperación por evadir la justicia y el castigo por sus crímenes", ha apostillado.
Esta revocación del visado tiene lugar después de que la Policía Federal de Brasil registrase este viernes la casa del expresidente Bolsonaro e impusiera una serie de medidas cautelares contra él. En concreto, el expresidente está obligado a llevar una tobillera electrónica y tiene prohibido acercarse a las embajadas, utilizar las redes sociales y comunicarse con otros implicados en la investigación que lo señala como responsable de financiar en EEUU una maniobra para la aplicación de este tipo de sanciones a autoridades del país sudamericano y ejercer presiones para que lo declaren inocente.
Eduardo Bolsonaro se pronuncia tras la revocación del visado
El hijo de Jair Bolsonaro y diputado federal de Brasil, Eduardo Bolsonaro, también investigado en la trama, se ha pronunciado al respecto en su cuenta de X tras el anuncio del Gobierno de EEUU. "Para los que todavía no entienden: No habrá marcha atrás", ha señalado, al tiempo que agradecía a Trump y a Marco Rubio por la revocación del visado y aseguraba que se mantendría a la espera "con expectación" para los próximos pasos de Estados Unidos, en referencia a posibles nuevas sanciones.
No es la primera vez que el secretario estadounidense amenaza con estas medidas restrictivas. De hecho, fue en mayo cuando Rubio advirtió a De Moraes sobre la imposición de sanciones tras la apertura del proceso que investigaba la trama, mencionando las "altas posibilidades" de que esto ocurriera.
La trama golpista sobre la que está acusado Bolsonaro comenzó en 2022, después de las elecciones que dieron la victoria al actual presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, por la que el expresidente y otras siete personas están acusadas de intento de abolir de manera violenta el Estado de derecho (entre otros delitos) durante las protestas en las que se intentó tomar las instituciones el 8 de enero de 2023. Por estos hechos de los que se le acusa, el expresidente no cuenta con el pasaporte y deberá pernoctar en su residencia. Tampoco podrá mantener contacto con embajadores ni diplomáticos extranjeros, en un momento en el que algunas informaciones sugerían la posibilidad de que solicitara asilo a Trump.
Las investigaciones también sostienen que Bolsonaro ha utilizado hasta dos millones de reales (300.000 euros) para hacer campaña a través de su hijo, Eduardo, en Estados Unidos desde marzo, en favor de las sanciones contra cargos brasileños, todo ello en un momento en el que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha mostrado un inusitado interés por su situación.




