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"La fruta no espera, ¿y mi vida?": las duras condiciones de los trabajadores migrantes del campo

Sindicatos como UGT reconocen que se ha avanzado en el cumplimiento de los derechos, pero advierten de pequeños empresarios que siguen empleando en negro y se aprovechan de la desesperación de estas personas

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"Conozco a muchas empresas y las que tienen en su mayoría a trabajadores migrantes son las que procuran pagar la hora por debajo del SMI, esto no ocurre en las que casi toda su plantilla es española", señala Maggie Vera, secretaria del Sector Agroalimentario en UGT-FICA Murcia. Ella es ecuatoriana y vive en España desde los 4 años, trabaja en el campo de Cartagena y es contundente en sus argumentos: "A los migrantes se les trata como mano de obra barata". Reconoce que ha habido avances, en especial en lo referido a la contratación en negro de estas personas "gracias a que van más inspecciones de trabajo que salvan vidas".

Según el sindicato UGT, el 70% de los trabajadores y trabajadoras del campo en la Región de Murcia son migrantes. La comunidad está inmersa en estos momentos en la campaña de la uva de mesa, uno de sus productos estrella, y por el que el año pasado consolidó su liderazgo en Europa. En total, las ventas al extranjero alcanzaron las 95.600 toneladas por valor de 246 millones de euros. Son grandes beneficios gracias a un alto rendimiento productivo, de recolección y envasado con alta presencia de personas migrantes que soportan en muchas ocasiones condiciones laborales indignas, estar sin contrato o incumplimientos del convenio "porque no les queda otra": "A nosotros no nos gusta trabajar para ganar lo mínimo, pero la desesperación manda. Muchas veces tenemos que enviar dinero a nuestra familia y si cobro 5 euros la hora, algo es". Maggie Vera insiste en que es esa necesidad la que hace que "entren en bucle en el que trabajan para sobrevivir más que para vivir".

El secretario de Acción Sindical en UGT-FICA Murcia, Pedro Peña, señala que los trabajadores del campo deberían cobrar 9,12€ por hora según la última actualización del SMI: "Nos encontramos con empresas con una brecha salarial de jornaleros migrantes que están cobrando un euro y pico menos". La revista científica Nature ha publicado un estudio internacional en el que cifra en un 18% la desigualdad retributiva entre trabajadores migrantes y los nativos en nueve países receptores de extranjeros. En España, la brecha total asciende al 29% y se debe principalmente al acceso limitado de los migrantes a sectores, ocupaciones y empresas con salarios más altos. Según Marta Elvira, de IESE Business School, "la selección de estos trabajadores para los empleos peor pagados explica tres cuartas partes de la brecha, mientras que la parte restante corresponde a la desigualdad salarial por el mismo trabajo". En este caso, los migrantes en nuestro país cobran un 7% menos que los nacidos en España. De media, la brecha entre quienes desempeñan el mismo empleo es del 4,6%.

Por otro lado, Maggie Vera apunta al incumplimiento de las medidas de protección frente a las altas temperaturas: "Se deberían implantar las jornadas intensivas, pero muchas veces nos llaman al sindicato diciéndonos que salen de trabajar a las 18:00h o 19:00h". El argumento de los empresarios, según Vera, es que "la fruta no espera". Añade que, al menos, si los trabajadores tienen contrato y están dados de alta en la Seguridad Social, "pueden permitirse un golpe de calor": "Si no tienes documentación y no te puedes acoger a una baja, hoy te desmayas y mañana vuelves a trabajar". Por otro lado, Pedro Peña recuerda que la jornada laboral intensiva en verano es de obligado cumplimiento tal y como recogen el Convenio Colectivo Agrícola, Forestal y Pecuario y el de Cosecheras de Tomates de la Región de Murcia.

"Meten el miedo a los trabajadores"

Eleazar Blandón, un migrante nicaragüense de 42 años, falleció en agosto de 2020 en un centro de salud en el que fue abandonado tras sufrir un golpe de calor recogiendo sandías en Lorca bajo temperaturas extremas de más de 40 grados, en jornadas de hasta 11 horas bajo el sol y sin contrato. El modus operandi de dejar a su suerte a quienes sufren algún accidente en el tajo, detalla Vera, se continúa produciendo: "El año pasado me consta que hubo casos. Son migrantes que trabajan en negro y si sucede algo son los propios compañeros los que los llevan al hospital y los dejan en la puerta". Relata que, por temor, quienes quedan abandonados a su suerte dicen a los médicos que "se han caído en casa" para evitar que quede en evidencia que ha sufrido un accidente en el campo: "El empresario chantajea con que sabes a qué te enfrentas si trabajas en negro. Meten el miedo en el cuerpo a los trabajadores, cuando tendría que ser al revés por obrar de esa manera".

"Todavía hay empresarios que por la mañana temprano pasan por la redonda donde hay una serie de trabajadores migrantes, uno al lado del otro, esperando a que los recojan y se los lleven", explica Pedro Peña, "se aprovechan de que tienen problemas con los permisos de residencia o para regularizar su situación y ya conocen a quiénes elegir y a quiénes no". Es una práctica que eterniza la economía sumergida, del 17,4% del PIB autonómico, según el Consejo Económico y Social de la Región de Murcia.

Temor a posibles represalias

Nerea (nombre ficticio) es venezolana y vive en España desde hace más de 20 años. Ha trabajado en el campo de la Región de Murcia y en almacenes de manipulado de cítricos: "Te exigen a cada hora que proceses tantos kilos. En el caso del pomelo y las naranjas tienes que trabajar 150 kilos por hora y 120 kilos en el caso del limón". Nerea también se ha topado con casos de discriminación, ya que "las propias compañeras te evitan o si preguntas algo eluden responder". Sobre las situaciones de abusos de poder, de condiciones indignas de trabajo y otras irregularidades, Maggie Vera indica que "cada vez alzan más la voz y se dirigen al sindicato para ponerles en conocimiento de estas situaciones. Aun así, especifica, "se acogen todos cuando ofrecen presentar una denuncia colectiva", pero "todavía les cuesta a hacerlo individualmente por temor a represalias, a ser despedidos o expulsados".

Pedro Peña señala que se debe diferenciar "entre las grandes empresas con representación sindical y las pequeñas". Murcia es la provincia con más extranjeros trabajando en el sector agrario con 41.432 afiliados al Sistema Especial Agrario de la Seguridad Social.

 

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