Lara Gil relata su experiencia con la cirugía bariátrica: "Me operé para adelgazar, pero la cirugía me dejó secuelas de salud que no me contaron"

A los 19 años, Lara Gil tomó una decisión que cambiaría su vida para siempre: se sometió a una cirugía bariátrica con la esperanza de adelgazar y mejorar su salud. Hoy, 17 años después, su testimonio es muy distinto al que imaginaba entonces. "Me operé para adelgazar, pero la cirugía me dejó secuelas de salud que no me contaron", afirma con contundencia.

Durante su entrevista en Hoy por Hoy, Gil, activista y autora del libro Manual para romper un cuerpo, compartió su experiencia con una honestidad desgarradora. "Al principio fue bien, adelgacé mucho", recuerda. "Pero luego empecé a tener muchos problemas de salud, cada vez más. Con las cirugías bariátricas no aparecen de pronto, van apareciendo poco a poco".

La intervención, que consistió en reducir su estómago en un 80% y modificar el funcionamiento de su intestino, tuvo consecuencias que aún arrastra. "Claramente se reduce un 80% el estómago y eso va a hacer que no funcione bien", explica. "No te cuentan que no puedes vivir bien si te falta la mayoría del estómago".

Además de los problemas físicos, Gil denuncia que muchas personas que se someten a esta operación terminan recuperando el peso perdido. "Muchas veces se engorda. O sea, que el resultado que se supone que era el esperado, pues tampoco se consigue", señala. Esta realidad, compartida por muchas otras personas operadas, la llevó a convertirse en activista contra este tipo de intervenciones: "Tienen más consecuencias malas que buenas".

La presión social y médica fue determinante en su decisión. "Yo me la hice porque en ese momento, con 19 años, estaba gorda, como ahora, la verdad. Pero era otra época y no sabía ni yo ni nadie a mi alrededor que era posible vivir siendo gorda", relata. "Todo mi entorno nos animó a realizarme esta cirugía, que es una cirugía que el único objetivo que tiene es adelgazar".

Gil también reflexionó sobre el papel de las redes sociales en la construcción de los ideales corporales actuales. "Nuestra imagen y nuestro cuerpo están todo el rato siendo validados. Después de cada foto tiene que venir un like", comentó. Sin embargo, también reconoce que estas plataformas han abierto un espacio para la resistencia y la visibilización: "Están permitiendo que muchas personas respondamos y podamos mostrar las consecuencias de estas cirugías y de estos tratamientos".

Con su libro y su activismo, Lara Gil busca romper el silencio en torno a las cirugías bariátricas y abrir un debate necesario sobre los estándares de belleza, la gordofobia médica y la salud real.