Miguel Maldonado se sincera y explica por qué no le gusta viajar
El humorista cuenta en 'Me pasa una cosa' cómo dejó de "plegarse a ciertas convenciones"
Miguel Maldonado se sincera y explica por qué no le gusta viajar
Viajar es una de las costumbres más extendidas cuando el trabajo, el tiempo y el dinero lo permiten, ir a la playa o a la montaña, conocer otras culturas o probar nueva comida es la forma de pasar las vacaciones. Hacer turismo ha pasado a ser prácticamente una obligación cuando se dispone de un respiro de las obligaciones, pero no todo el mundo está dispuesto a invertir su tiempo en viajar.
"Yo estoy curado ya", así ha empezado a contar Miguel Maldonado qué le pasa con el turismo en el programa de Manuel Burque, Me pasa una cosa. "Yo sufrí por esto durante un tiempo, pero ya solté ese cabo", ha explicado. Y es que el humorista ha repetido en diferentes ocasiones que no le interesa nada viajar, que no le gusta: "Me acepté tal como soy y dejé de plegarme a ciertas convenciones".
Al principio, confiesa, incluso se obligaba a "conocer mundo" hasta que tomó la decisión de "no formar parte de ese entramado cívico-social". Precisamente expresar esta opinión, contraria a la mayoría, le ha conllevado tener que escuchar continuamente preguntas que "no le apetece responder": "¿Por qué no? ¿Te ha pasado algo?".
A Miguel Maldonado no le gusta viajar
"Es de mala educación"
Sobre las razones, que "son muchas", destaca una sobre todas las demás: "Es de mala educación". Es de mala educación con las personas que residen en el lugar que se visita, dice. Además, ha contado que solo concibe un tipo de viaje y es el que tiene un objetivo claro, por ejemplo, "si tienes que participar de algún tipo de convención de electromecánica", pero asegura que "el deseo de ir a un sitio no es justificación, es excusa".
"Te quedas en tu casa, porque al ir a ese sitio estás contribuyendo a que se implementen una serie de dinámicas que son perjudiciales para los allí residentes", ha desarrollado Maldonado. Más allá de esta convicción de respeto a los habitantes, hay otras cuestiones más personales por las que no viaja: "La experiencia turista me resulta profundamente insatisfactoria".
"Cuando se masifica la experiencia se diluye y consumes un sucedáneo, mucho turismo incrementa el precio y baja la calidad", ha concluido.