Uno de los arquitectos españoles más reputados explica por qué más espacio no siempre mejora la vida urbana: "Pagan entre 25 lo que podrían pagar entre 100"

El arquitecto Carlos Lamela, una de las figuras más reconocidas del panorama arquitectónico español, ha lanzado una crítica directa al modelo de urbanismo extensivo que se ha desarrollado en las últimas décadas en España. En una entrevista en el programa Hoy por Hoy, Lamela abordó el problema del exceso de cemento, la baja densidad de los nuevos desarrollos urbanos y la necesidad urgente de repensar las ciudades desde una perspectiva más sostenible y eficiente.

"En algún momento ha sobrado cemento, sí. Pero si ha sobrado, hay que reciclarlo", afirmó Lamela, subrayando la importancia de no seguir expandiendo sin control y de apostar por una regeneración urbana que embellezca y revitalice lo ya construido. "Tenemos que hacer un país más bonito porque creo que los arquitectos nos hemos descuidado en algunas circunstancias, pero todo tiene solución", añadió.

Además, Lamela también criticó la baja densidad de los nuevos desarrollos urbanísticos, especialmente en zonas como el sur de Madrid. "Los nuevos planes de actuación urbanística son excesivamente poco densos. Antes, en una hectárea metías 100 viviendas; ahora, por planeamiento, solo 25. Eso no es sostenible", explicó. Según Lamela, esta reducción de densidad tiene consecuencias económicas directas: "Al final, tienes que pagar todo el coste de urbanización, todos los impuestos, todos los IBI entre 25 familias en vez de entre 100".

Frente a la idea extendida de que más espacio equivale a una mejor calidad de vida, Lamela fue tajante: "Eso solo es cierto si lo puedes pagar. El espacio significa jardines que hay que regar y mantener, viales que hay que pavimentar, bordillos…".

El arquitecto propuso repensar la estructura urbana apostando por una mayor densidad que permita ciudades más equilibradas y sostenibles, es decir, permitir más viviendas en zonas donde hoy el planeamiento lo impide. "Tenemos que tomar decisiones muy importantes. Redensificar no es hacinar, es hacer ciudades más eficientes, más vivas", argumentó.

Como ejemplo de buena densidad urbana, Lamela citó el barrio del Bernabéu, en Madrid: "Es un barrio muy agradable, con buenos árboles, calles como Capitán Haya o Doctor Fleming. Tiene una densidad quizá el doble que Las Tablas o Sanchinarro, y ahí se vive fenomenal. La gente paga la mitad por los costes de urbanización y demás. Todo tiene su equilibrio".

También hizo una reflexión sobre el urbanismo del futuro: "Tenemos que dejar de pensar en crecer hacia afuera y empezar a mirar hacia adentro. Hay que aprovechar mejor lo que ya tenemos, hacer barrios más compactos, más caminables, más verdes, pero también más densos".