La influencia del 'Señor de los anillos' en la creación de Palantir: tiene mucho que ver

Peter Thiel no solo es uno de los nombres más influyentes en Silicon Valley; también es un personaje moldeado por una biografía singular y por una imaginación profundamente literaria. Aunque nació en Alemania, pasó gran parte de su infancia en Sudáfrica y Namibia, donde su padre trabajaba como ingeniero en minas de oro. Fue en Swakopmund, una ciudad marcada por reminiscencias militaristas, donde asistió a un colegio que, en aquellos años, aún celebraba el cumpleaños de Hitler.

A los 11 años, su familia se trasladó a Estados Unidos. Allí, Thiel se convirtió en campeón de ajedrez y más tarde se licenció en Filosofía y Ciencias Económicas en la Universidad de Stanford. Desencantado con lo que consideraba una deriva ideológica en el mundo académico, fundó la Stanford Review, una revista conservadora que acabaría siendo cantera de figuras clave en la administración Trump.

Thiel ha demostrado tener un talento especial para sembrar ideas que florecen en forma de empresas e influencias. Lo hizo con PayPal, que no solo fue su primera gran empresa, sino también el origen de la llamada PayPal Mafia, un grupo de inversores con redes profundas entre la tecnología y las finanzas globales.

Pero más allá del empresario, hay un lector voraz. De niño devoró la obra de Isaac Asimov y fue seguidor de Ayn Rand, cuya visión del hombre racional e independiente resonaba con el joven Thiel, tímido y con pocos amigos. Sin embargo, el libro que más veces ha leído, más de diez, según él mismo, es El Señor de los Anillos. Y esa influencia no es menor.

La empresa más enigmática de Thiel, Palantir, toma su nombre de las piedras visionarias que Saruman utiliza para espiar a los pueblos de la Tierra Media. En la saga de Tolkien, Saruman acaba corrompido por Sauron. ¿Es Thiel el Sauron de la era digital? ¿Es su vicepresidente Alex Karp el Saruman contemporáneo? La analogía, aunque provocadora, no es gratuita.

Palantir, dedicada a la vigilancia y el análisis de datos a gran escala, parece inspirada en esa visión totalizante que Tolkien describió con tintes oscuros. En el universo de Thiel, la literatura fantástica no es solo entretenimiento: es una guía filosófica y estratégica.