Muere un hombre con una pesada cadena metálica en el cuello al ser absorbido por una máquina de resonancia magnética
Keith McAllister, de 61 años, acudió a la clínica para acompañar a su mujer, que fue la que se sometió a la prueba
Un hombre ha fallecido tras ser absorbido por una máquina resonancia magnética. / NurPhoto
Un hombre de 61 años, que llevaba una pesada cadena de metal al cuello, muere al ser absorbido por una máquina de resonancia magnética (MRI) en el centro de Nassau Open MRC en Westbury, Long Island, en Nueva York. Su mujer se estaba sometiendo a la prueba para escanear su rodilla cuando el fallecido, Keith McAllister, entró en la sala para ayudarla.
La víctima acudió al centro exclusivamente para acompañar a su mujer Adrienne Jones-McAllister el pasado 16 de julio. Su esposa ha contado a medios locales que se estaba escaneando la rodilla cuando le pidió a Keith que le ayudara a levantarse de la camilla.
El técnico que operaba la máquina —que parece un tubo largo y estrecho con aberturas en cada extremo— permitió entonces que la víctima entrara mientras llevaba puesta una cadena metálica de casi 9 kg, que utilizaba para entrenamiento con pesas.
La policía del condado de Nassau, en Nueva York, dijo que Keith fue succionado hacia el dispositivo por su potente fuerza magnética. En ese momento sufrió "un episodio médico" que lo dejó en estado crítico en un hospital, y fue declarado muerto un día después, según las autoridades. Adrienne aseguró que su difunto marido sufrió varios infartos tras el incidente con la máquina de resonancia y antes de su muerte.
Las máquinas de resonancia magnética utilizan un potente campo magnético para producir imágenes detalladas. Generalmente, se le pide a los pacientes que se quiten los elementos metálicos y se cambien la ropa antes de someterse a una resonancia magnética o acercarse a la máquina.
