Sastre se lleva las manos a la cabeza con la sorpresa de unas hijas a su madre que acabó en tragedia: "Guardaba la pensión"

Un país desde un lugar es una sección del programa Hoy por Hoy que explora cómo se ve nuestro país a través de diferentes espacios cotidianos que, en muchos casos, tienen un alto valor sentimental. En este caso, José Luis Sastre se ha colado en la memoria emocional y las anécdotas más divertidas de los oyentes desde un sofá. ¿Cuántas cosas hemos vivido sobre uno, o relacionado con este mueble?

Con la ayuda del periodista de datos de El País, Kiko Llaneras, el subdirector del programa de la SER ha repasado alguno de los datos más fascinantes de la relación de la sociedad española con el elemento del mobiliario en el que, junto con la cama, más tiempo pasamos. El tipo de sofá que tengamos puede decir mucho de nuestro estilo de vida, si cenamos o no en el sofá o cuánto tiempo pasamos frente a la televisión.

Los oyentes han llamado al Hoy por Hoy para contar la relación que tienen con el sofá y la historia de Carmina, desde Murcia, ha dejado sin palabras a José Luis Sastre. Esta oyente estuvo casi 50 años trabajando en unos grandes almacenes, donde pudo atender clientes en diversos departamentos, entre ellos, el de posventa, atendiendo las necesidades de los clientes y haciendo seguimiento de los pedidos tras la venta de un producto.

Carmina destacaba la historia de una venta a unas hijas que quisieron hacerle una sorpresa a su madre. "Se la llevaron a la playa en verano para que, cuando ella volviese, se encontrase el cambiado", contaba la oyente. Todo hasta ahí parece correcto. Pero el problema llegó cuando la señora, al ver que se habían llevado su antiguo sofá. "No paraba de llorar pidiendo su sofá", rememora.

Al borde del infarto

Las hijas, ante la tristeza de su hermana, contactaron con los grandes almacenes en los que trabajaba Carmina para tratar de recuperar el sofá antiguo después de que su equipo acudiese al domicilio para retirarlo. "Nosotros recogemos el viejo, sin coste alguno, y lo llevamos a un vertedero", les dijo la oyente, asegurando que iba a ser una tarea casi imposible.

Aun así, el equipo de posventa mandó a los repartidores al vertedero en busca del sofá viejo, pero cuando llegaron, ya era demasiado tarde. ¿Pero por qué insistía tanto la señora? "Guardaba su pensión en el sofá", decía Carmina, a lo que José Luis Sastre no podía evitar llevarse las manos a la cabeza a modo de sorpresa.

Las hijas inicialmente no eran conscientes de que su madre guardaba toda su pensión en el sofá, por lo que no entendieron por qué su madre pedía de manera insistente encontrar el mueble antiguo. "No se puedo recuperar y la señora al borde del infarto", decía Carmina, que afirmaba que tenía ahí todos sus ahorros.