El día en el que Fernando Aramburu tuvo claro lo que no quería en su vida: ver a su padre así le abrió los ojos
Aramburu soñaba con ser futbolista... pero acabó siendo un escritor de renombre internacional
El día que Fernando Aramburu decidió que no quería acabar como su padre: "Me llevé un shock"
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Madrid
Fernando Aramburu supo desde que era bien pequeño que quería ser escritor. Bueno, su primera opción era la de ganarse la vida como futbolista, pero, al ver que no iba a poder llegar al primer equipo de la Real Sociedad, decidió centrarse en los estudios. Y lo cierto es que no le fue nada mal. Desde que publicara Ave Sombra con tan solo 22 años, el escritor donostiarra ha publicado una treintena de libros que le han permitido convertirse en uno de los autores de referencia de habla hispana. Un escritor con el que hemos hablado en el último programa de Por el principio, quien nos ha contado de dónde viene su amor por la literatura y el momento exacto en el que supo que no quería seguir los pasos de su padre.
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Y fue exactamente uno de esos días en los que fue a visitar a su padre en la fábrica. En declaraciones a la Cadena SER, Fernando Aramburu recuerda que su padre trabajaba como obrero en una fábrica de artes gráficas y que pasaba muchas horas fuera de casa por su trabajo. De ahí que de vez en cuando fueran a visitarle para ver qué tal estaba y cómo se desenvolvía en el trabajo: "Yo recuerdo una vez que visité la fábrica con mi madre y nos encontramos a mi padre en el sótano, donde había habido un escape de agua que le llegaba por los tobillos".
"Esto no lo quiero para mí"
Una situación bastante desagradable a la que había que sumarle otra más: "Él estaba trabajando con una máquina que hacía un ruido constante. Era un chaca, chaca, chaca, chaca que no paraba. Recuerdo que estaba vestido con un buzo y, en ese momento, yo me llevé un shock. Pensé, 'jo, esto, esto no lo quiero para mí, yo tengo que hacer algo en la vida para no terminar en una fábrica'". Fernando Aramburu quería una vida un poco más interesante. Quería viajar, tener ciertas comodidades... en definitiva, mejorar de clase social.
Fernando Aramburu, un niño que soñó con ser escritor.
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Y fue entonces cuando pensó en dedicarse al fútbol: "La primera tentativa fue por medio del deporte. Pensé... 'Bueno, si uno triunfa en el deporte no necesita estudiar, no necesita estudiar latín ni matemáticas, sino que puede salir adelante con sus capacidades físicas, así que por esa razón lo intenté'". Lo que tenía bastante claro es que no quería pasarse la vida en la fábrica como su padre: "Ya no solo era el hecho de pasar la mitad del día en un lugar ruidoso y mugriento, sino que su vida era una monotonía constante".
La monotonía
De hecho, el escritor recuerda a la perfección cómo era el día a día de su padre durante su etapa laboral: "El hombre se levantaba a las 5 de la mañana y se encendía un cigarro. Pasaban y pasaban los años y su vida era de una monotonía constante que a mí no me apetecía repetir. Entonces yo pensé 'bueno, joder, los futbolistas ganan bien, si consigo yo qué sé, pues llegar a Primera División, que un sueño que tiene cualquier muchacho... y efectivamente yo jugué en los alevines de la Real Sociedad'".
Pero su sueño de ser futbolista se truncó y, a partir de entonces, comenzó uno nuevo de dedicarse a la literatura. Tras licenciarse en Filología Hispánica por la Universidad de Zaragoza (1982), Aramburu comenzó a escribir libros y más libros para consagrarse como el gran autor que es a día de hoy. Un autor que no pudo debutar con la Real Sociedad, pero que, sin embargo, sí que pudo cumplir su sueño de ser escritor.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto...
