"Ceder y parecerse al grupo es normal hasta que deja de serlo": cómo detectar si tu hijo está en peligro
La psicóloga Vanesa Fernández ha compartido las claves para guiar a tus hijos en la adolescencia

A que voy yo y lo encuentro | Adolescentes
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Madrid
La adolescencia es una etapa en la que las decisiones más importantes pueden estar fuertemente influenciadas por el grupo de iguales. El deseo de pertenecer y sentirse aceptado puede moldear la identidad y afectar directamente al bienestar de una persona. Esta necesidad, tan poderosa como natural, tiene tanto luces como sombras.
Para los padres, una de las mayores preocupaciones es la compañía de sus hijos. Saben que las amistades en esta etapa pueden exponerlos a ciertos riesgos, y esa es, quizá, una de las partes más difíciles de la crianza: lograr comunicarse con sus hijos sin generar rechazo, manteniendo el vínculo en un momento en que ellos buscan afirmarse y tomar distancia.
"Para que un adolescente construya su autoestima debe sentirse querido tanto por su familia como por su entorno, por su grupo de amigos. Necesitan sentirse identificados, aprobados y sentir que pertenecen al grupo. Los amigos son claves en la adolescencia para un correcto desarrollo social y de la personalidad del niño", ha comenzado la psicóloga Vanesa Fernández en La Ventana.
Una de las principales vulnerabilidades y mayores riesgos de esto es que se ceda a una presión de grupo tóxica. "Es decir, el tú me aceptes pasa por tener que asumir conductas de riesgo, consumo de sustancias, etc. Ceder y parecerse al grupo es totalmente normal y saludable en un adolescente, pero si no se gestiona bien la situación se puede acabar torciendo", ha explicado la psicóloga.
"Para los padres, no siempre es fácil reconocer cuándo su hijo está enfrentando una situación de este tipo. Una de las señales principales es la lejanía y ruptura con la familia. También su rendimiento en los estudios, el abandono de hobbies o muestras de malos comportamientos pueden ser signos de que el grupo no está funcionando bien y de que el adolescente no está llevando a cabo una buena identificación", ha manifestado Fernández.
En estos casos lo mejor es comunicar
"Los adolescentes no comunican de igual manera que los adultos pero al adolescente le llega el mensaje que le quieres transmitir. Es muy probable que el adolescente de primeras no quiera hablar pero es importante que sepa que puede contar con sus padres. Hay que acompañar sin invadir", ha finalizado Vanesa Fernández.

Alba Villanueva
Estudiante de periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Antes en Radio León.




