Gloria Fuertes tuvo su primer juguete a los 13 años y tuvo que robarlo: así fue la infancia de la poeta

En uno de los barrios más céntricos de Madrid nació a principios de siglo una figura que se convertiría en toda una eminencia del siglo XX. La poeta sigue siendo una de las grandes incomprendidas e injustamente catalogada como "poeta de niños", mientras que sus trabajos para adultos están cargados de fuerza social y marcados por la Guerra Civil. Hablamos de Gloria Fuertes.

La infancia de la autora de libros como Obras incompletas, Historia de Gloria: amor, humor y desamor y Mujer de verso en pecho está marcada por la pobreza y la muerte. Nacida en la calle Espada del barrio de Lavapiés, a escasos metros del edificio donde su padre trabajaba como conserje. Su madre era costura y limpiadora y Fuerte se crio en un ambiente de clase obrera, marcado por la necesidad. Gloria Fuertes, que nunca se consideró una como las demás, pasaba los días jugando en la Plaza de Tirso de Molina y la calle Mesón de Paredes.

Prefería el baloncesto y el hockey a las muñecas, jugaba al fútbol con los chicos del barrio y vivió una infancia donde los libros y la cultura tuvieron un lugar especial. Desde una temprana edad, desarrolla una gran capacidad imaginativa, ilustrando sus propios cuentos e incluso llegando al punto de inventarse amigos con los que charlar. Sus primeras lecturas son El Tebeo, la revista de Historietas humorísticas y Pinocho. No le gustan los cuentos de hadas, no le gusta Blancanieves ni Caperucita.

Conoció la muerte a una temprana edad, cuando su Angelín muere a los 7 años al ser atropellado, dejando a Gloria Fuertes destrozada y sin compañero de juegos. Y es que, en un ambiente de pobreza y soledad como en el que vivía, la imaginación fue la mejor arma de Fuertes para pasar los días. La poeta no tuvo su primer juguete hasta los 13 años. No fue otra cosa más que una bicicleta de alquiler que la escritora robó del Parque de El Retiro.