Un informe revela la tensión en el punto de encuentro durante la entrega del hijo de Juana Rivas: la psicóloga denuncia que no se respetó la voluntad de Daniel
Según el documento al que ha tenido acceso la SER, la psicóloga que acompañó al menor, de 11 años, confirma que el niño reiteró a gritos que no quería irse con el padre y se negaba a verlo
Juana Rivas (c) es consolada a su llegada al punto de encuentro fijado por orden judicial para que su hijo menor se reencuentre con su padre, el italiano Francesco Arcuri, que tiene la custodia, en Granada. / PEPE TORRES (EFE)
Madrid
Daniel, de 11 años, manifestó llorando y a gritos que no podía volver con un maltratador: "Ha estado siete años pegándome detrás mía, y ya no puedo más". Dijo que estaba harto y añadió: "No puedo elegir, quiero que me deje en paz de una vez... Me va a matar si vuelvo, me va a matar".
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Fue su respuesta, según el informe, a la psicóloga y a la trabajadora social del punto de encuentro cuando el niño entró y le preguntaron cómo estaba.
Esta psicóloga, representante de la asociación Damos la Cara contra la Violencia de Género, asegura que el niño insistió en que quería ir a su casa y que no quería separarse ni un segundo de su hermano Gabriel.
Cuenta que la perito de la parte de Francesco Arcuri intentó convencerlo de que volver con su padre era una buena idea porque había mucha gente en Italia preocupada por él. Y señala que a pesar de que el menor insistía en que era maltratado por su padre, la psicóloga de Arcuri ponía en duda su palabra y le decía que era inevitable la entrega al ser una decisión judicial.
"Me estáis matando"
Daniel pidió entonces que saliera de la reunión porque no le estaba ayudando pero no lo hizo. Desde fuera de la sala donde el niño estaba reunido con las profesionales del punto de encuentro, su hermano mayor y la perito de Arcuri, se escuchó en repetidas ocasiones a Daniel gritar pidiendo ayuda y decir: "Me estáis arruinado la vida... Me estáis matando".
Teresa Rodríguez asegura que pidió entrar en la reunión en un par de ocasiones, pero que se lo impidieron los agentes.
Dos horas después, las trabajadores del punto de encuentro sí le pidieron ayuda para que Daniel cediera en la entrega o que el hermano mayor abandonara la sala. Teresa Rodríguez relata que se negó tras haber escuchado a voces, a través de una pared, la voluntad del niño.
Les dijo que ella no era quien para convencer al menor que expresaba claramente su voluntad. Ante la complicada situación, Teresa Rodríguez propuso que el punto de encuentro emitiera un informe sobre lo estaba ocurriendo y que diera parte al juzgado, que comunicaran la voluntad de Daniel y que al niño no se le había escuchado.
Amenazas de consecuencias legales
Además, según el informe uno de los policías, convenció al hermano mayor Gabriel para que dejara la sala donde estaban reunidos y que al intentar volver a entrar de nuevo, el policía lo amenazó con consecuencias legales y con llevarlo detenido si se empeñaba en estar con Daniel.
Después entró el padre Francesco Arcuri a hablar con el pequeño a pesar de que se negó en todo momento a verlo. El informe concluye con otra secuencia: Daniel se encontró mal, no podía respirar, pidió un médico. La respuesta fue que no, según este relato, porque aunque viniera el médico no iba a cambiar nada.
¿Qué va a pasar con el hijo de Juana Rivas el viernes, cuando se agote la prórroga antes de marcharse con su padre a Italia?
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