"¿Nos lo puedes contar desde el principio?": la historia del guía turístico que empezó a serlo por pura casualidad
Adrián Pérez, guía turístico en Santiago de Compostela, habla sobre cómo se vive este día y cómo influye el turismo en la ciudad

La Ventana a las 16h | "¿Nos lo puedes contar desde el principio?": la historia del guía turístico que empezó a serlo por pura casualidad
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Madrid
Cada 25 de julio, día de Santiago Apóstol, Galicia celebra su jornada más emblemática. La capital, Santiago de Compostela, se transforma en un hervidero de vida: turistas, peregrinos y curiosos se mezclan en sus calles para vivir de cerca esta fecha clave del calendario gallego. De hecho, son muchos los peregrinos que planifican su llegada a la ciudad para coincidir con la festividad, haciendo del final del Camino de Santiago una experiencia aún más especial.
Adrián Pérez lleva años trabajando como guía turístico en la ciudad. "Hoy destaca, sobre todo, el turismo nacional". Un fenómeno que ha crecido con fuerza durante los últimos años debido a las altas temperaturas. "Vienen desde el Mediterráneo y también desde la capital. Tratan de escapar del calor", ha explicado en La Ventana con Marta del Vado.
La Catedral y el Camino de Santiago son dos de los grandes reclamos de la ciudad. Pero más allá del aspecto religioso, el componente cultural es el que gana cada vez más protagonismo. “Muchos hacen el Camino buscando una inmersión cultural, perderse por un pueblo gallego, conocer nuestras tradiciones”, explicaba el guía. Y lo sorprendente, decía, es que "cada vez más jóvenes" están interesados en ello.
El universo peregrino
En el universo peregrino, hay perfiles para todos los gustos. Así han nacido los llamados turigrinos: aquellos peregrinos que prefieren una versión más cómoda y lujosa del Camino. “Tienen una experiencia ‘premium’: duermen en pazos, en hoteles caros, los traslados de maletas se hacen en coche… y claro, la vivencia es muy distinta”, ha señalado.
Pérez acabó siendo guía por pura casualidad. "Estaba estudiando Historia del Arte y fui con un amigo a ver el Pórtico de la Gloria. Empecé a explicarle la composición… y un grupo se me acercó: "¿Nos lo puedes contar desde el principio?" Ahí me di cuenta de que aquello me apasionaba", ha contado.
Desde entonces, cada recorrido es distinto para él, pues todo depende del tamaño del grupo al que atiende. "Está condicionado por el entorno. No es lo mismo una ciudad grande, que una con calles estrechas y mucho tránsito. Lo esencial es poder explicar sin molestar", explicaba.
Y lo hace sin audioguías, pues con ellas, señalaba, la gente acaba "dispersándose". "Al final, cuando te hacen una pregunta que no sabes responder, vuelves a observar con otros ojos… y sigues redescubriendo la ciudad", ha finalizado el guía.




