A Hannah Hampton, que paró los penaltis de la final a España, le dijeron de pequeña que no podría jugar futbol por su mala visión

Hannah Hampton se convirtió en héroe parando los penaltis a España. Inglaterra se convirtió, una vez más, en campeona de Europa, y lo hizo con una guardameta a la que de pequeña le dijeron que "no podría jugar al futbol" porque nació con estrabismo, tal y como informa Sky Sports.

Este trastorno, con el cual los dos ojos no se alinean en la misma dirección, no solo provoca bizquera, sino que también afecta a la visión, sobre todo en la percepción de la profundidad. La actual portera de Inglaterra lo sufre desde que nació, y pasó por tres cirugías cuando tan solo tenía tres años. Motivo por el cual los médicos le dijeron claramente que no podría jugar al fútbol.

"Los médicos les dijeron a mis padres que nunca podría practicar deporte porque no podría juzgar cualquier pelota que viniera hacia mí, así que iba a ser peligroso", explica la propia jugadora de 24 años en el medio británico, quien confiesa que su estrabismo se nota cuando tiene que enfocar objetos de cerca como un micrófono durante una entrevista o cuando, simplemente, se tiene que servir un vaso con agua.

El camino ha sido largo, ya que tuvo que acostumbrarse a controlar su visión. Primero jugó de delantera, más tarde de portera. Se rompió varios dedos por no calcular adecuadamente la distancia y fuerza con la que llegaban los balones. También recibió muchos impactos en la cara, lo cual le hacía sangrar de la nariz. Pero eso la hizo más fuerte. "Siempre he pasado por la vida intentando demostrar que la gente está equivocada", confesó en la BBC, en otra entrevista que concedió durante la Eurocopa.

"Tuve que ajustar la posición de mis manos para poder atrapar la pelota porque estaba harta. Tienes que intentar hacer lo que quieres en la vida y no dejar que la gente te diga qué hacer", explicó. La fase de adaptación de Hannah Hampton fue clave para que a día de hoy pudiese alcanzar la cima del fútbol femenino.

Un camino que pasó por España, ya que la actual guardameta del Chelsea pasó por nuestro país cuando tenía cinco años y llegó a formar parte de la Academia del Villarreal, donde hizo sus primeros partidos bajo los palos. Posteriormente, con 12 años, su familia regresó a Inglaterra y acabó jugando en las categorías inferiores del Stoke City.

El club de Stoke-on-Trent se enteró de su problema de estrabismo pero le dio una oportunidad. Pese a sus problemas de percepción de profundidad, Hannah Hampton siguió jugando, incluso demostró su calidad con el balón en los pies. Era capaz de desplazar el balón hasta 50 metros con una precisión increíble. Hasta ese momento fue intercambiando la posición de delantera y de guardameta, pero, cuando llegó al Birmingham City con 16 años, se decantó por la portería.

Ahora, la portera de las Lionesses se ha convertido en digna heredera de la leyenda Mary Earps. Si en 2022 levantó la Euro como suplente, en esta edición lo ha conseguido como portera titular y siendo muy importante para el título. Este camino, pese a parecer todo un éxito, también tuvo momentos complicados.

Hannah Hampton no volvió a ser llamada por Sarina Wiegman hasta marzo de 2023, ya que tuvo que apartarse de la selección por salud mental: la presión y sus expectativas por ser titular provocaron roces en el vestuario. Reflexionó y maduró, y cuando fue capaz de trabajar para ser titular por méritos, la seleccionadora inglesa la volvió a llamar. Se ganó el puesto en el Chelsea y en Inglaterra, donde quitó el puesto a Mary Earps, que se retiró de la selección precisamente por este motivo.

Este domingo dio la razón a Sarina Wiegman. Evitó varios goles de las jugadoras españolas y se convirtió en héroe en la tanda de penaltis. Paró dos lanzamientos y se convirtieron en campeonas. Un ejemplo más de que con trabajo y con optimismo, puedes ser capaz de lo que te propongas.