Blanca Lacasa: "¿Construir una intimidad con alguien no es infidelidad?"
La escritora y periodista firma 'El accidente', una breve, pero intensa novela que retrata el delirio amoroso como una caída fortuita y sin garantías

Conversaciones con Laura Ferrero | Blanca Lacasa
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Madrid
En apenas 74 páginas, El accidente, la novela de Blanca Lacasa, consigue poner palabras a una de las experiencias más difíciles de narrar: el aturdimiento de enamorarse. Lo hace sin ornamentos, con una estructura fragmentaria y un lenguaje casi quirúrgico, como si cada frase cortase en lo profundo de lo que sentimos pero no siempre comprendemos.
La trama se centra en la conexión inesperada entre una mujer con pareja y un hombre que también está comprometido, y que además es gay. Nada en sus vidas parece encaminarlos hacia una historia juntos… y, sin embargo, sucede algo. No todo. Pero sí lo suficiente como para desestabilizarlo todo.
La escritora Laura Ferrero y Marta del Vado han hablado con la autora en La Ventana acerca de esta nouvelle que reflexiona sobre esos choques emocionales inexplicables y tan dolorosos y aparatosos. Ya el título es toda una declaración de intenciones. En inglés o francés, enamorarse implica caer —'to fall in love', 'tomber amoureux'—, y esta historia se pregunta: ¿se puede salir ileso?
Accidentados por doquier
Lacasa opta por no dar detalles concretos de los protagonistas. No importan sus nombres, ni dónde trabajan, ni cómo se conocieron. Lo que importa es lo que piensan, lo que callan y lo que imaginan. Porque El accidente es, en el fondo, una historia mental: "Llamarlos 'él' y 'ella' viene porque en estas situaciones todo se desdibuja. A veces somos personas abstractas, proyecciones del amor que necesitas. Arquetipos. Todos escribimos, y ellos están haciendo un relato. En lo que nos pasa con las emociones hay mucho de literatura y cómo rellenamos los huecos. Ese espacio en el que todo son expectativas", ha comenzado explicando la autora.
El concepto de 'ángulo muerto' —aquello que está fuera de nuestro campo visual— recorre toda la obra. Lo que no se dice, lo que no sucede, pesa tanto o más que lo que ocurre. "Me gusta mucho sacar conceptos de campos técnicos y llevarlos a otros. Todos entendemos que es esa zona en la que no te llega la vista, pero están sucediendo cosas y que pueden ocurrir auténticas tragedias", ha dicho Lacasa.
Sostiene que, a menudo y de manera más frecuente de lo que imaginamos, nos quedamos con heridas invisibles muy profundas como resultado de estos choques emocionales. "Si uno supiera, a veces evitaría este tipo de colisiones. Nos vienen con balizas diciéndonos que no y desoímos todos los consejos. Resignificamos esas señales para que se acoplen a lo que queremos ver", ha explicado.
Tampoco cree que podamos salir ilesos completamente de ellos. "Hay grados de lesiones, y algunas son inevitables y otras pueden ser pequeñas memorias de lo vivido que atestiguan el paso por diferentes etapas amorosas", ha relatado, y ha defendido que también sufrimos grandes heridas en pequeñas historias. "En pequeñas historias de amor parece que el duelo tiene que ser menor. Te has visto tres veces y no ha pasado nada. Pero puede doler mucho. Las historias de amor no materializadas también merecen ser contadas porque dejan huella", ha dicho.
Los que nos sostienen
El escritor Manuel Jabois popularizó el concepto de infidelidad a través de la conexión emocional más que de la física con su libro Hay más cuernos en un buenas noches. "¿Por qué cuando traspasamos la barrera de lo físico es imperdonable? Hoy es muy fácil tener una comunicación constante con alguien y construir vínculos. ¿Eso no es infidelidad? A mí me lo parece más que lo otro, que puede ser más circunstancial", ha afirmado Blanca.
Le dedica su obra «a las amigas y amigos que me auxiliaron en todos y cada uno de los accidentes», como recordando que también en la amistad hay una forma de enamoramiento, una red afectiva que nos sostiene cuando el amor, como un accidente, interrumpe la rutina y lo transforma todo. "Todas hemos sobrevivido a nuestros accidentes gracias a nuestros amigos. La frase final siempre es: «cuando te la pegues, ya iremos con la ambulancia»", ha finalizado entre risas.

Álvaro García-Dotor
Periodista cultural. Redactor en La Ventana.




