El día que Elvira Lindo y Antonio Muñoz Molina supieron que dejaban EEUU: "Coincidió con la primera victoria de Trump"

No fue una decisión repentina. Elvira Lindo y Antonio Muñoz Molina no hicieron las maletas de un día para otro ni huyeron de una ciudad que tanto les había dado. Pero hubo un momento clave que marcó el final de su etapa en Estados Unidos: la victoria de Donald Trump en las elecciones de 2016.

"Al menos yo sabía que lo dejaba atrás para siempre", confesó Lindo en el programa Dos por cuatro de la SER. "Coincidió con la primera victoria de Trump", añadió, marcando así el punto final de una experiencia que había comenzado muchos años antes.

Su relación con Nueva York no fue un flechazo, sino una historia que se fue construyendo poco a poco. "Habíamos pasado temporadas de dos o tres meses, vivimos el 11 de septiembre, ese otoño", recordó Muñoz Molina. La estancia se consolidó cuando fue nombrado director del Instituto Cervantes en la ciudad en 2004, un cargo que ocupó durante dos años. Pero su vínculo con la ciudad fue mucho más allá de lo institucional: decidieron quedarse por su cuenta, ampliando una experiencia que acabaría siendo, en palabras de Lindo, "determinante en nuestras vidas".

Durante esos años, ambos escritores encontraron en Nueva York un espacio de libertad creativa y anonimato. Lindo dejó temporalmente su trabajo en la radio para centrarse en la escritura, y fue allí donde dio forma a obras como Lugares que no quiero compartir con nadie (2011) y Noches sin dormir (2015), donde retrata la ciudad desde una mirada íntima y cotidiana. Muñoz Molina, por su parte, publicó Ventanas de Manhattan (2004), una crónica literaria que también nace de sus paseos y observaciones por la ciudad.

"Para amantes del jazz y de la buena música como nosotros, fue una educación", dijo Muñoz Molina. Pero también descubrieron una paradoja: "La mejor cultura americana es muy minoritaria allí. El gran cine o la gran música son poco conocidas o irrelevantes para muchos estadounidenses".

Nueva York les ofreció inspiración, pero también les mostró sus contradicciones. "Hay mucha gente que se sorprende de que te gusten ciertas cosas de allí, porque para ellos o son poco conocidas o irrelevantes", reflexionaron. Aun así, los recuerdos que guardan son intensos: "conciertos memorables, paseos sin rumbo, la sensación de ser personas cualesquiera en una ciudad que no se detiene" concluye Lindo.