Por qué se plantan cipreses en los cementerios y otros árboles característicos de las necrópolis
Más allá de su función estética, los árboles que habitan los cementerios están cargados de simbolismo, historia y utilidad práctica
Por qué se plantan cipreses en los cementerios y otros árboles característicos de las necrópolis
En la sección Aprender a mirar de Hoy por Hoy de la SER, José Luis Sastre ha recorrido el Cementerio de La Almudena junto a Adrián Durán, más conocido como "el ciclista del más allá", para descubrir los secretos botánicos y simbólicos que esconden estos espacios de memoria. El paseo, entre lápidas y esculturas, ha servido para mirar con otros ojos un lugar que, aunque solemos evitar, está lleno de vida vegetal y significado.
"Los cementerios están cuidadosamente diseñados, no solo desde el punto de vista arquitectónico, sino también botánico", explicaba Durán mientras caminaban entre cipreses. "Estos árboles no están aquí por casualidad; sus raíces crecen en línea recta, lo que evita que dañen las sepulturas, y además son aromáticos, lo que ayuda a neutralizar los olores. Y por supuesto, dan sombra, algo que se agradece especialmente en días con más de 40 grados".
Pero los cipreses no son los únicos árboles que habitan las necrópolis. Cada especie tiene su propio simbolismo. "Los robles, por ejemplo, se plantan tradicionalmente en tumbas de militares. Representan la fuerza, la firmeza, el poder. Es un árbol que no se dobla fácilmente", contaba Durán. "Y si te fijas, junto a la tumba de Enrique Tierno Galván hay magnolios. Sus flores tienen un aroma cítrico, como a limón, que suaviza el ambiente. No es solo estética, es también una forma de hacer más amable el recuerdo".
El diseño del Cementerio de La Almudena también responde a criterios prácticos. "Está construido en varias mesetas, con diferentes alturas, para favorecer la circulación del aire. Así se evita la acumulación de olores y se mejora la ventilación natural", explicaba Durán. "Todo está pensado, incluso lo que parece más natural, como una planta o un árbol, tiene detrás una decisión consciente".
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Durante el paseo por el cementerio también se abordó la carga simbólica de otras especies vegetales presentes en los cementerios. "Los tejos, por ejemplo, están muy presentes en el norte de España. Son árboles asociados a la eternidad, al más allá. En la tradición celta, se consideraban portales entre el mundo de los vivos y el de los muertos", añadió.
Mirar un cementerio es conocer nuestra historia
En definitiva, los cementerios no son solo lugares de duelo, sino también espacios de contemplación, de memoria y de naturaleza cuidadosamente elegida. "Aprender a mirar es también aprender a leer lo que nos rodea, incluso en los lugares donde menos esperamos encontrar belleza", concluía Sastre.