Edurne Pasaban: "Escalar un ochomil no es solo llegar arriba, es saber seguir cuando estás agotada, asustada y con dudas"
La alpinista española, primera mujer en escalar los catorce ochomiles, ha acompañado a la expedición de Ruta Inti en su etapa andina
Cachora (Perú)
Ya hace 15 años que Edurne Pasaban (Tolosa, 1973) coronó la cima del Shisha Pangma, convirtiéndose en la primera mujer de la historia en subir los catorce ochomiles. Su vida ha cambiado desde aquel 17 de mayo de 2010, pero si algo tienen las acciones que hacen historia, es que el relato de su consecución continúa despertando inspiración en quien la escucha muchos años después.
Y la de Pasaban es, sin duda, una de ellas. Tras lograr la hazaña que acompaña siempre a su presentación, se retiró del deporte de competición de alto nivel (aunque sigue ejercitándose casi como si siguiera en él) y ahora dedica su tiempo a la actividad empresarial y conferenciante. En este sentido, ha ocupado el rol de embajadora de Ruta Inti en su undécima expedición, que se está desarrollando actualmente en Perú y de la que la SER es medio oficial.
Una victoria contra todos los elementos
Pasaban ha acompañado a los participantes del programa español de viajes de aventura, inmersión social e intercambio cultural durante toda la etapa andina del viaje, participando en las actividades de la Ruta. En el sétimo día de la expedición, antes de que los ruteros se enfrentaran al trekking del Choquequirao, una caminata muy exigente físicamente de cinco días de ida y vuelta, la alpinista compartió una conversación con ellos para empapar sus corazones del coraje necesario para afrontar la tarea.
Para empezar, relató ante los asistentes la historia sobre cómo llegó a convertirse en quién es hoy en día, una historia que también cuenta en su libro: 'Catorce veces ocho mil'. Desde sus inicios en la escalada deportiva en Tolosa, deporte que decidió probar con sus amigas por el simple motivo de que "les gustaba el monitor" hasta la frenética carrera y posterior polémica para coronar la última cima con la alpinista coreana Oh-Eun sun.
Resiliencia en los peores momentos
Entre medias, quince años recorriendo el Himalaya, organizando expediciones con sus compañeros de aventuras mientras el resto del tiempo regentaba un negocio hostelero, el cambio que supuso en su carrera ser la primera mujer en bajar con vida del K2, su salto a la televisión con el programa 'El filo de lo imposible', y el momento en que se dio cuenta de que podría pelear por el título que ahora ostenta. "Nunca soñé con ser la primera mujer en subir los 14 ochomiles. Solo quería subir montañas. No tenía millones ni helicóptero, pero tenía un equipo que me acompañó en todas, hasta la última cima. Fueron diez años de mi vida dedicados a ese proyecto. Diez años sin saber si lo conseguiría. Escalar un ochomil no es solo llegar arriba, es saber seguir cuando estás agotada, asustada y con dudas", asegura.
Sin embargo, no todo fue un camino de rosas. Durante la conferencia, Edurne hizo hincapié en la importancia de la salud mental, un tema que le toca muy de cerca. "En 2006 caí en una depresión severa, y estuve cuatro meses internada en un hospital psiquiátrico", cuenta. Y aún más hincapié hace en cómo sus amigos y pasiones le ayudaron a salir del pozo: "La montaña no me enfermó, la montaña me ayudó a salir adelante".
La pasión, de hecho, es la clave del éxito para Pasaban, y así se lo transmitió a los participantes de Ruta Inti: "La pasión es lo que te hace seguir cuando no queda nada más. Cuando tienes un propósito, puedes con casi todo. Nada en esta vida se puede hacer solo".
