El hotel de la jet set que cambió para siempre la historia de Mallorca: acabó con el secreto

Las redes sociales se plagan de fotos de paisajes de sueños estos meses. Pequeñas calas con agua cristalina, la foto reglamentaria de nuestra lectura veraniega y platos de marisco en terrazas con impresionantes vistas. El verano es la época vacacional por excelencia y España es uno de los destinos preferidos, tanto por extranjeros como nacionales.

La Costa Brava o el norte de España son algunos de los destinos que más se han puesto de moda en los últimos años, ¿pero cuánto han cambiado nuestras preferencias a lo largo de los años? Para descubrirlo, Julia Molina ha charlado en El Faro con Alberto Piernas, redactor de la revista Traveler, sobre uno de los destinos españoles más icónicos del último siglo.

Y sí, evidentemente, no podía ser otro que Mallorca. En la década de los 50, la isla se convirtió en uno de los destinos más deseados por las élites, atrayendo a todo tipo de personalidades. Hasta la fecha, la gente que quería ser la envidia de su barrio solía viajar a la Costa Azul, pero pronto este pedazo de tierra en el Mediterráneo comenzó a atraer a los sectores más ricos de la sociedad.

Todo gracias al histórico Hotel Formentor, inaugurado en 1929 y ubicado en la península de Formentor, una zona de Mallorca todavía muy poco explorada. Desde su nacimiento, el emblemático lugar se convirtió en un sitio de refugio para la cultura, las artes y el humanismo, popularizando entre grandes figuras de la época. Piernas destaca que actrices de la talla de Grace Kelly celebraron su boda en este lugar, personalidades como el Dalái Lama fue a meditar allí e, incluso, una famosa Audrey Hepburn pasó largas horas por su playa. Mario Vargas Llosa tampoco pudo resistirse a sus encantos y terminó de escribir su novela Pantaleón y las visitadoras.

"Había un pintor en la isla de Mallorca que le chivó a un mercenario de arte que era un refugio que no conocía mucha gente. Empezó a traer gente y personas de los círculos de la jet set para demostrarles que había más lugares y más islas, como luego sucedió también con Grecia y otras islas que son superturísticas, que en ese momento eran secretos", explicaba Piernas.

A día de hoy, la elegancia, belleza y el encanto del antiguo hotel Formentor se puede seguir disfrutando en el Four Seasons Resort Mallorca. De la icónica guarida de finales de los años 20 tan solo quedan las escaleras de piedra que bajan hacia el mar y la extensión del edificio.