El superpoder del edificio más alto del mundo: "Se puede ver el atardecer dos veces"
El Burj Khalifa tiene una altura de 828 metros, coronándose como el más alto del mundo desde 2009

El superpoder del edificio más alto del mundo: "Se puede ver el atardecer dos veces"
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En la Escuela de verano de Hora 25, Pablo Tallón y Fernando Moraño exploran con Manuel Cabalgante, decano del Colegio de Arquitectos de Extremadura, para hablar, precisamente, de rascacielos. La diferencia entre un bloque alto de pisos y un rascacielos, señalaba, es que los segundos superan los 100 o 150 metros de altura.
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El primero en superar ese umbral fue el Park Row en Manhattan, con una altura de 119 metros y 31 pisos de altura, que se construyó a finales del siglo XIX. "A día de hoy esos 119 metros son irrisorios, se ha quedado obsoleto", decía el arquitecto. Esto inició una carrera por el primer puesto que no ha parado desde entonces.
En la actualidad, el edificio más alto es el Burj Khalifa en Dubai, con una altura de 828 metros, superando al Taipei 101, en Taiwán, que asumió ese título hasta 2009. El edificio se inauguró en 2010 como parte de una nueva urbanización llamada Downtown Dubai, y fue diseñado para ser la pieza central de un desarrollo de uso mixto a gran escala que incluye 30.000 viviendas, nueve hoteles, tres hectáreas de zonas verdes, al menos 19 rascacielos, y 12 hectáreas de lago artificial.
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Su altura es tal, destaca Manuel Cabalgante, que el edificio ofrece una peculiaridad que no ocurre en ningún otro rascacielos. "Uno en el Burj Khalifa puede ver atardecer dos veces. Uno ve el atardecer a ras de suelo y, de repente, coge los ascensores y se sube a la última planta, y lo vuelve a ver porque el horizonte está mucho más lejos. El tiempo arriba corre más lento", decía.
Pero a este grandioso edificio de Emiratos Árabes Unidos le queda poco tiempo de coronación, pues se prevé que para el año 2028 o 2029, la Torre Yeda en Arabia Saudita, que aspira a alcanzar los 1.000 metros de altura. El proyecto, dirigido por el arquitecto Adrian Smith, quien también diseñó el Burj Khalifa, pretendía llegar a los 1.500 metros, pero finalmente los datos arrojados por los estudios del suelo concluyeron que no sería posible.




