"En este país se usa un informe como una condena": la reflexión de Sastre sobre la contundente crítica de la jueza de la DANA al informe de la UCO

Cuesta ver tanta contundencia en el auto de una jueza a la policía judicial. Agentes de la Guardia Civil hicieron para la jueza de Catarroja un informe que hablaba de “apagón informativo” el día de la DANA, y ella viene a decirles: "no hagáis mi trabajo. Os pedí una pesquisa policial, no una conclusión jurídica". Ese informe, pues, no le vale a la jueza. Pero ese informe ha valido ya para el relato político. Incluso sigue valiendo, según sostiene todavía la vicepresidenta valenciana.

En este país cuya constitución consagra la presunción de inocencia, en este país de judicialización política y politización judicial, donde se distingue a los jueces entre progresistas y conservadores, donde se han filtrado informes sin membrete ni firma, y donde hubo una policía patriótica; en este país en el que las instrucciones se pueden alargar sin límite y con algunos jueces dispuestos a alcanzar la fama auto a auto, en este país se usa un informe, o un indicio, como si fuera una condena o absolución.

Es verdad, desde luego, que hay informes abrumadores, con tantísima base y tantas pruebas, que los jueces toman medidas. Los audios de Koldo García que recoge la UCO describen a Ábalos y a Santos Cerdán de una manera muy gráfica. Hay informes que, desde luego, lo remueven todo: la instrucción del caso Montoro se basa en siete años de averiguaciones.

Otra cosa es el hábito, ya instalado, de lanzarse los autos y los informes a la cabeza. De crear con ellos, tengan la base que tengan, un relato. O sea, un prejuicio. Entre otras cosas porque a menudo las sentencias llegan tarde y, cuando vienen a saberse, quién se acuerda y ya qué importa. Pero importan. Importan, por ejemplo, a quienes ni celebran ni lamentan, sino que solo esperan una verdad judicial que les diga por qué la alerta de la DANA llegó a los móviles cuando la mayor parte de las víctimas había muerto.