"No es una habitación adaptada si no puedo entrar solo": Bob Pop denuncia la falsa accesibilidad en hoteles
El escritor expone las dificultades que enfrentan las personas con movilidad reducida al viajar
Bob Pop, pregonero del Orgullo LGTBIQ+ de La Palma / Mauricio Retiz
Viajar debería ser una experiencia accesible para todos, pero para muchas personas con discapacidad sigue siendo un recorrido lleno de obstáculos. Así lo denunció Bob Pop en el programa Código de Barras, donde compartió su experiencia como viajero con movilidad reducida.
"Yo tengo la suerte de que viajo con Mauricio, mi marido, que ya lleva una hoja de especificaciones para quienes nos contratan y reservan el hotel", explicó. Esa hoja incluye "detalles técnicos como el ancho de las puertas, la estabilidad de las sillas de ducha o la posibilidad de girar la silla de ruedas dentro de la habitación", comenta Bob. Pero incluso con esas precauciones, la accesibilidad real sigue siendo una excepción.
Bob Pop fue tajante: "Hoteles por debajo de cuatro estrellas bien adaptados no existen, salvo en Pontevedra, donde hay un albergue para peregrinos maravillosamente adaptado y muy barato". En la mayoría de los casos, la accesibilidad va de la mano del precio: "Todo lo demás implica dinero; se cruza la adaptabilidad con la categoría del hotel".
Más allá del confort, el problema tiene un impacto directo en su trabajo. "Si yo voy a presentar un libro o a hacer una obra de teatro, necesito tener autoridad para salir allí y contar lo que voy a hacer. Si ya salgo del hotel derrotado porque me ha costado la vida entrar en la ducha, porque hay un bordillo imposible o porque no puedo girar la silla en la habitación, llego al sitio con una sensación de derrota absoluta".
La accesibilidad insiste, no es un lujo, sino una condición básica para la dignidad: "No es una habitación adaptada si no puedo entrar solo".
También denunció la infantilización que sufren las personas con discapacidad en otros medios de transporte. "Hay compañías aéreas que no permiten viajar solo a alguien con movilidad reducida. Me parece increíble", afirmó. En contraste, valoró positivamente el tren como medio de transporte.
Viajes inclusivos: chek-in para todos
Sin embargo, también aquí hay matices. "Hay muy pocas plazas para personas en silla de ruedas, una o dos por tren, y hay que ir con tiempo a sacarlas. Y en Cercanías, tanto en Madrid como en Barcelona, funciona como una ruleta: te puede tocar un vagón adaptado o no", cloncluyó.