El mito del 'callo solar': por qué tomar el sol sin protección no te hace más resistente
Dermatólogos advierten que las quemaduras solares no fortalecen la piel, sino que aumentan el riesgo de mutaciones celulares y cáncer cutáneo

El mito del 'callo solar': por qué tomar el sol sin protección no te hace más resistente
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Cada verano, con la llegada del calor y las vacaciones, resurgen viejos mitos sobre la exposición solar. Uno de los más peligrosos es el del llamado "callo solar": la creencia de que tomar el sol sin protección durante el año ayuda a la piel a generar una especie de tolerancia a las quemaduras. Pero esta práctica, lejos de fortalecer la piel, puede tener consecuencias graves y acumulativas.
"Es una moda que debe ser absolutamente rechazada desde el punto de vista dermatológico", advierte el doctor Eduardo López Bran, jefe del servicio de Dermatología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, en el programa Código de Barras de la SER. López Bran desmonta esta falsa creencia diciendo que "lo que algunos ven como una resistencia, los dermatólogos lo describimos con otra palabra: mutación celular".
El bronceado no es protección, es una señal de daño
El especialista explica que el bronceado es, en realidad, una respuesta defensiva de la piel ante una agresión solar. "Cuando nos exponemos al sol, la piel responde formando melanina, que es lo que produce el bronceado. Pero eso no significa que estemos protegidos. Es solo una señal de que la piel está intentando defenderse", señala.
Aunque una exposición progresiva puede generar un leve aumento de tolerancia, esto no equivale a una protección real. "Una quemadura solar nunca va a producir ningún tipo de vacuna o prevención del daño solar. Lo que va a hacer es ir acumulando alteraciones celulares y favorecer el desarrollo de lesiones", advierte López Bran.
Daño acumulativo desde la infancia
Uno de los aspectos más preocupantes es que el daño solar es acumulativo y comienza desde las primeras exposiciones al sol en la infancia. "La piel tiene memoria, las quemaduras que sufrimos de niños pueden manifestarse décadas después en forma de cáncer de piel", explica el dermatólogo. Por eso, lanza un mensaje claro a las familias: "Protejan a sus hijos. Y no solo con cremas, sino evitando la exposición directa al sol en las horas de mayor radiación".
Quemaduras que van más allá del enrojecimiento
Las consecuencias de una exposición sin protección pueden ir desde un simple enrojecimiento hasta quemaduras graves con ampollas, vesículas e incluso afectación del estado general. "Estamos hablando de una agresión que puede tener consecuencias muy serias. No es solo una cuestión estética", subraya López Bran.
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Quemando las mentiras del callo solar
La única barrera eficaz: protección solar
Frente al mito del "callo solar", los dermatólogos insisten en la importancia de una fotoprotección adecuada: cremas con un factor de protección alto, ropa, sombreros, gafas de sol y, sobre todo, evitar la exposición en las horas centrales del día. "No hay atajos ni trucos, la única forma de proteger la piel es protegerla de verdad", concluye el especialista.




