"Es mejor no llevar gafas de sol que usar las del mercadillo": la advertencia de un oftalmólogo para proteger los ojos en verano

En verano, el sol y las temperaturas extremas afectan a nuestro organismo. Sin embargo, muchas veces sólo nos preocupamos de proteger nuestra piel, y nos olvidamos de partes fundamentales como nuestros ojos. Y cómo ha explicado el presidente de la Sociedad Española de Oftalmología, José Manuel Benítez, incluso cuando los protegemos es común olvidar las consecuencias que puede tener hacerlo de manera incorrecta.

No todas las gafas de sol valen

Aunque las gafas de sol son el escudo más común contra el daño del sol, muchas de las que se encuentran en el mercado no protegen adecuadamente. A simple vista es casi imposible identificar cuáles son eficaces, por lo que el doctor Benítez ha aclarado que la manera de estar seguros es elegir bien dónde las compramos: "Las gafas tienen que tener una serie de filtros para rayos ultravioleta, y la seguridad de que las compramos adecuadamente solo la vamos a tener en una óptica".

Otra característica indispensable para una correcta protección es que el cristal no sea muy oscuro, ya que puede causar que la pupila se dilate, y si no cuenta con protección ultravioleta, los rayos penetran más en el interior del ojo y eso puede dañar el cristalino. Por lo tanto, el doctor ha dejado claro que ante la duda, "es mejor no llevar gafas de sol que llevar unas gafas de sol malas".

Las consecuencias oculares de la exposición solar

Julia Molina ha dado voz a una pregunta bastante extendida: "No tengo tan claro que estemos seguros de cuáles son las consecuencias de que nos dé el sol en los ojos". Pero el doctor Jose Manuel Benítez ha resuelto nuestra duda, explicando algunos de los efectos más comunes del sol en nuestros ojos: "El sol puede producir ojo seco; una especie de telilla que se mete hacia la córnea que se llama terigion; heridas en la córnea que llamamos queratitis actínica; y cataratas. Además, se sabe que la degeneración macular asociada a la edad también está asociado a los rayos ultravioletas".

El escudo más eficaz: la prevención

Con todo el daño que pueden causar los rayos solares a nuestros ojos, la protección más eficaz es la que comienza cuanto antes, "sobre todo si esa protección se hace desde la infancia, lo que va a hacer que tengamos una salud ocular importante", aunque no sea la práctica más común.

El doctor también ha destacado otra importante medida de prevención: nunca bañarse con lentillas, un error muy común pero también muy grave que puede provocar infecciones severas e incluso terminar en un trasplante de córnea o en la pérdida del ojo.