La WNBA grita 'basta' ante su segundo incidente con un dildo: "Es realmente inmaduro"

Va camino de convertirse en una moda de dudoso gusto. El segundo incidente de la semana en la pista por culpa de un consolador ha puesto en alerta a la mejor liga femenina de baloncesto del mundo. Y es que, en menos de tres días, dos lanzamientos de dildo hacia terrenos de juego en mitad de partidos han paralizado los últimos partidos de las Golden State Valkyries, que ya han mostrado su hartazgo.

Como una mala pesadilla, el altercado que tuvo lugar en la madrugada del martes al miércoles volvió a repetirse en las últimas horas durante el partido de las Valkyries contra las Chicago Sky. En esta ocasión, organizaban las celestes una posesión en el tercer cuarto cuando otro lanzamiento obligó a actuar al equipo arbitral. Un nuevo dildo verde cayó a escasos centímetros de la cancha, justo bajo la canasta a la que iba dirigido el ataque.

El juego y el cronómetro se pararon de inmediato. No daban crédito ni las protagonistas del encuentro ni los aficionados ante el reincidente episodio que estaban viviendo y que en esta ocasión se resolvió rápido. Antes de que el revuelo fuese a más, una de las responsables arbitrales apartó el objeto de una patada para que los miembros del estadio Wintrust Arena de Chicago lo recogiesen e investigasen lo sucedido.

La voz que más reflejó el hartazgo por el nuevo escándalo en la pista fue Elizabeth Williams, jugadora de Chicago Sky, que al término de la contienda gritó 'basta'. "Creo que es súper irrespetuoso. No lo entiendo, realmente no entiendo el tema", comentó en una rueda de prensa post-partido que ha recogido The Athletic. "Es realmente inmaduro. Quien lo esté haciendo solo necesita crecer", ultimó la estadounidense, decepcionada tanto por esta actitud como por el resultado (las de Chicago cayeron 66-73).

Teniendo muy vivo el recuerdo del altercado del último minuto del Atlanta Dream-Golden State Valkyries de esta misma semana. Lejos de generar rechazo, el primer capítulo de esta historia ha precipitado nuevos acontecimientos. La WNBA, entre tanto, obligada a una reflexión respecto a estas actitudes ante la posibilidad de que se conviertan en un problema crónico.