Norris se impone en el cara a cara de McLaren y Alonso suma el mejor resultado del año en Hungría

Lando Norris se cobra la revancha del año 2024 en el cara a cara entre los Mclaren y consigue su novena victoria en la Fórmula 1. El británico recorta distancias con su compañero, Piastri, con el que ha mantenido una apurada batalla en los últimos giros. Por detrás, Alonso firma un trabajo de orfebrería con la gestió de la carrera y retiene una valiosísima quinta posición, su mejor resultado del año. Russell completa el podio y Leclerc, muy enfadado con Ferrari, pierde otra oportunidad de podio desde la pole.

En la salida, Alonso intentó hacer de las suyas y le tiró el coche a Lando Norris a las primeras de cambio. El británico había perdido la posición con su compatriota Russell y el asturiano pudo pasarle para colocarse cuarto, al menos temporalmente. Algunos giros después, el ritmo del Mclaren volvía a por a Norris por delante, pero Alonso prefería retener esa quinta posición como un preciado tesoro.

En los primeros giros, el español empezó a montar un particular 'tren' de DRS detrás de él. Todos los coches por detrás del quinto, en un circuito con pocos espacios para adelantar, seguían el ritmo que marcaba Alonso, compactando mucho la parrilla mientras la cabeza se alejaba. Para la vuelta 12 Alonso cambió la estrategia, puso sobre el asfalto todo el ritmo que había estado guardando y se convirtió en el coche más rápido en pista para separarse del pelotón.

Desde la parte de atrás de la parrilla, Verstappen venía volando después de clasificar lejos de sus posiciones habituales. Sin embargo, el neerlandés se quedó sin ruedas y, incapaz de pasar a un rápido Bortoleto, abría la veda de las paradas en la vuelta 18. Una parada tan temprana lo colocaba en el camino de una estrategia a dos pitstops, y sobre todo, lo atrapó en una nube de tráfico con coches más lentos.

A las del Red Bull siguieron las paradas de Piastri, buscando atacar a Leclerc con un undercut, y la del propio monegasco, que pudo defenderse a tiempo. Terminado el primer baile de paradas, las posiciones se mantuvieron intactas en la cabeza, con Alonso aún agarrado a la quinta plaza y calculando la posición de sus rivales reales por detrás. Sainz, mientras tanto, sufría atrapado en un tren de coches más lentos en la 13ª plaza.

Alonso completó su primera y única parada en la vuelta 40, después de hacer un gran trabajo con la gestión de los medios. Se incorporó octavo, delante de Hamilton pero justo detrás de un Verstappen que podría tener que volver a parar. Su parada desató las de otros coches que seguían su misma estrategia, mientras cada vez más equipos empezaban a mirar con buenos ojos jugar con una sola parada.

Con la segunda parada de Piastri, el australiano se quedaba detrás de Norris y Leclerc, en una reedición de la guerra civil entre Mclaren que ya se vivió en 2024. El monegasco no pudo frenar al McLaren y cargó duramente contra el equipo por tirar por la borda una carrera en la que salía desde la pole, mientras Russell también se cernía sobre él y amenazaba con dejarle sin escalón en el podio. Con sus más y sus menos, el británico acabó colándose en una maniobra muy peligrosa de el de Ferrari, que le generó una investigación.

El gran ritmo de Piastri, a pesar de la amenaza en los retrovisores de Norris, no fue suficiente y el australiano tuvo que conformarse con la segunda plaza. En la última vuelta, buscó tirar el coche a la desesperada en la curva 1 y ambos coches papaya estuvieron a punto de chocar, en lo que habría sido un desastre para el equipo.