El golpe de suerte que permitió a Bill Gates convertirse en una de las personas más ricas de todos los tiempos

Madrid

Bill Gates ostentó el título de hombre más rico del planeta durante aproximadamente 18 años. Todo comenzó en 1995, uno de los años clave para la historia de Microsoft, cuando el desarrollador de software lanzó Microsoft Windows 95 y abrió la puerta a que los ordenadores llegaran a todos nuestros hogares. A partir de entonces, la popularidad del magnate comenzó a crecer y crecer hasta el punto de convertirse en uno de los personajes más populares a nivel internacional. Bill Gates tenía cada vez más poder y, por si esto fuera poco, una cantidad ingente de dinero con la que podía hacer prácticamente lo que le apeteciera.

¿Y cómo pudo llegar hasta lo más alto? A día de hoy son muchas las personas que analizan el asalto de Bill Gates al poder y cómo pasó de ser un rico abusón a convertirse en el que para muchos es el único cibermillonario bueno. Un tema sobre el que hemos hablado en el último programa de Cibermillonarios, en el que analizamos la vida y la trayectoria de algunas de las grandes fortunas del mundo de la tecnología. Si hace apenas unas semanas empezábamos con Peter Thiel, en esta ocasión hemos cambiado de bando para hablar acerca del fundador de Microsoft.

Un golpe de suerte que viene de cuna

Y a pesar de que su camino no fue ni mucho menos de rosas, pues tuvo que trabajárselo desde el primer día para llegar hasta lo más alto, Bill Gates contó con varios golpes de suerte que le permitieron ser quien es a día de hoy. Así nos lo ha contado la periodista de la Cadena SER Ana Uslé, quien ha hecho un repaso a la vida de William Henry Gates III (nombre real del protagonista de esta historia) para contar algunos de sus grandes hitos y las claves que le permitieron llegar a ser la persona más poderosa a nivel global.

El primero de sus cuatro golpes de suerte, probablemente el más importante de ellos, le viene de cuna. Bill Gates nació en Seattle en 1955 en el seno de una familia acomodada que le dio todo tipo de facilidades para poder llegar hasta la cima. De hecho, el segundo golpe de suerte tiene que ver con la educación que le brindaron desde pequeño, pues pudo estudiar en la escuela privada Lakeside, donde pudo toquetear por primera vez un ordenador en el año 1968: "Cuando tenía 13 años, el colegio compró un ordenador para que los chicos pudieran familiarizarse con las tecnologías emergentes. Y Gates recuerda que solía escaparse por las noches para usarlo a escondidas".

El nexo de unión con IBM

Por lo tanto, el hecho de haber nacido en esta familia le abrió muchas puertas, pero estas dos no fueron las únicas: "El padre de Gates era presidente de un colegio de abogados y, su madre, la primera mujer en la junta de gobernanza de un banco. Los dos eran destacados filántropos y su madre además tenía estrechos vínculos con IBM, cosa que influyó para que, en 1980, la compañía le comprara su primer programa de software a una pequeña empresa llamada Microsoft".

Gracias a ello, Bill Gates comenzó a hacerse un nombre en el sector tecnológico. Pero estos tres golpes de suerte no son nada sin un cuarto que también desarrolló gracias a su familia y un entorno muy competitivo que le apretaba desde que era pequeño: "En su familia eran grandes jugadores de cartas y muy competitivos. Premiaban a quienes ganaban y castigaban a los perdedores. Quizá no sea la pedagogía más indicada para crecer sin traumas, pero, si lo que quieres es convertirte en un magnate de la tecnología, aquí hemos contado algunos de los ingredientes principales: privilegio, acceso a los ordenadores antes que nadie y un hambre insaciable de ganar, que es el golpe de suerte definitivo".