Así se gestó el secreto mejor guardado del mercado: el Oporto llegó a hacer pasar a Luuk de Jong como jugador de balonmano

Oporto asistió en los últimos días a una presentación sorpresa como las de antaño. La afición acudió en masa este domingo a recibir a los suyos en el amistoso de pretemporada frente al Atlético de Madrid que sirvió también para arropar a los suyos de cara a la nueva temporada que está a punto de empezar. Las ovaciones en la previa siguieron el rumbo previsto hasta que, por sorpresa total, la megafonía dio paso a un Luuk de Jong al que nadie esperaba. El plan del presidente del club luso, André Villas-Boas, para evitar filtraciones había salido a la perfección.

La operación pudo mantenerse en secreto siendo especialmente meticulosos con los pasos a seguir. El diario portugués A Bola se ha hecho eco de todo este entramado, que pasó, en primer lugar, por que todos los avances en las negociaciones no pasasen de un círculo de ocho personas. Era un deseo claro de Villas-Boas y, cuando se lo remitieron explícitamente al representante, todo fluyó en buena sintonía. Nadie tuvo constancia de ello salvo el propio André Villas-Boas, Luuk de Jong, el agente del futbolista, los miembros de la dirección deportiva del Oporto Jorge Costa, Tiago Madureira y Henrique Monteiro, el director financiero Pereira da Costa y el nuevo entrenador del equipo, Francesco Farioli.

Farioli, de hecho, tuvo un papel protagonista en las negociaciones al haberse enfrentado asiduamente el curso pasado al PSV Eindhoven de Luuk de Jong. Tal y como recogen en Portugal, el futbolista fue el primero en tener constancia del interés del Oporto, que a continuación fue trasladado a su representante con la mayor discreción.

Lo más complicado para mantener el secreto se dio una vez alcanzado el acuerdo entre ambas partes. El Oporto trazó un cuidadísimo plan con un De Jong que hizo todo lo posible por acudir de incógnito a Portugal. Tomó un avión el mismo domingo en que fue presentado. Aunque no realizó un embarque al uso, ya que fue la última persona en subirse al avión después de que su representante se hubiese hecho cargo de su equipaje. También fue el primero en bajarse.

Ya con los pies en Oporto, tocó el momento de superar las pruebas médicas sin que nadie fuese capaz de sospechar. Y es que la clínica en la que fue examinado esperaba dar el visto bueno a un nuevo jugador para el equipo de balonmano. Así recibió luz verde de los médicos y así acudió a Do Dragao horas antes del partido frente al Atlético.

Ni siquiera sus nuevos compañeros esperaban su presencia en el instante en el que bajó al vestuario a saludarlos. Todos quedaron en shock al percatarse de esta presencia inesperada, siendo De Jong bienvenido entre risas y caras de estupefacción. Tampoco contaba con el neerlandés ni el speaker del estadio, que mientras iba presentando uno a uno a los integrantes de la plantilla recibió el aviso de que debía comunicar la salida al campo de la mayor sorpresa vista en el mercado de fichajes 2025.