La ciudad española en la que se habla al revés y que intriga a los científicos: "Tienen una capacidad extraordinaria"

Madrid

Hablar del revés es muy complicado. Y no, no nos referimos a hablar como el maestro Yoda de la saga Star Wars, intercambiando las palabras de una misma frase a su libre albedrío, sino de alterar el orden de las sílabas para crear un lenguaje completamente nuevo. Porque puede ser muy fácil decir buenos días de carrerilla, pero no tanto nosbue asdi. Mientras que algunos nacen con un don innato para cruzar las palabras, otros lo consiguen a base de mucho entrenamiento. Pero si hay una región española idónea para hablar así es San Cristóbal de la Laguna, en Tenerife, donde algunos de sus habitantes cuentan con la asombrosa habilidad de hablar al revés... o al 'vesrre'.

Una tradición que comenzaba en los años 30 del siglo pasado, cuando un barbero de nombre Francisco Fariña se convirtió en el precursor de este idioma inventado que desde entonces comenzó a cautivar a más y más personas de la localidad. Un idioma que usaba con sus clientes habituales, pero sobre todo con aquellos que venían de las zonas de campo, a quienes les tomaba el pelo con este idioma inventado que convirtió a este barbero en una personalidad local. A partir de entonces, y tras el éxito de este barbero, algunos de sus clientes habituales comenzaron a hablar como él y extender esta forma de hablar tan peculiar.

El arte del vesrre

De ahí que, a día de hoy, todavía sean varias las personas que sigan contando con esta habilidad de hablar al revés. Un motivo de orgullo que ha llevado incluso a los vecinos y vecinas de la ciudad a tratar de que sea reconocida por la UNESCO por su valor cultural. Así lo explicaba hace ya varios años el abogado Juan Oliva en declaraciones a El País, donde aseguraba que el vesrre era una lengua única porque tenía sus propias reglas: "La Laguna es el único lugar del mundo donde se habla al revés, por eso queremos que en el futuro sea considerado por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial".

La investigación sobre hablar al revés que ganó el IG Nobel

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Un tema sobre el que hemos hablado en el último programa de El Faro de la Cadena SER, donde Julia Molina ha entrevistado a la investigadora María José Torres-Prioris para conocer qué hay detrás de estas personas que hablan del revés. Una voz más que autorizada para hablar del tema, pues recibió un premio IG Nobel junto al resto de sus compañeros y compañeras por un estudio sobre las capacidades de quienes son expertos en hablar al revés.

"Es una capacidad extraordinaria"

En declaraciones al programa, la científica reconoce que hablar del revés es una habilidad extraordinaria del ser humano: "Esta gente tiene la capacidad extraordinaria de invertir incluso hasta frases de 12 palabras". De ahí que decidieran iniciar un estudio que posteriormente publicarían en la prestigiosa revista de divulgación científica Science: "El habla inversa es parte de diferentes culturas. En este caso, en nuestro país nos encontramos con el caso de Tenerife, pero también nos encontramos con otros casos como el lunfardo, que es una jerga muy presente en la cultura argentina y algunas regiones de Francia en las que es costumbre invertir las palabras".

Un juego lingüístico que, sin embargo, puede llegar a ser utilizado para comunicarse con terceras personas como cualquier otra lengua: "Hay un grupo reducido de gente que realmente puede invertir secuencias largas y nosotros dimos con una persona que era capaz de hacerlo mientras hacía mi tesis doctoral". De ahí que comenzara a estudiar su caso para explorar los mecanismos que nos permiten esa ordenación de los sonidos del habla. Y después de comparar su caso con el de otra persona que tenía esta misma habilidad, el grupo de investigación llegó a la conclusión de que era una habilidad exclusiva de su mecanismo de secuenciación fonémica y que no tenía tanto que ver con la memoria. Es decir, no se encontraron diferencias marcadas respecto a los cerebros de otras personas sin esta habilidad. Por lo tanto, todo apunta a que está mucho más relacionado con la plasticidad cerebral y cómo nuestro cerebro puede adaptarse a las exigencias a las que le presentamos. De ahí que los niños pequeños tuvieran mucha más facilidad de aprender este idioma que otro más mayor.