Las lágrimas del seleccionador sub-18 tras la última hazaña del baloncesto español: "Familiares y amigos habían apagado la tele"

Todavía en una nube asimila España la gesta del Europeo sub-18 de baloncesto. Los españoles se colgaron el oro después de voltear un marcador en el que se vieron 8 segundos en un minuto mágico. Un triple de Guillermo del Pino culminó la épica a falta de algo más de 1 segundo, desbordando las emociones en la Selección y haciendo realidad un sueño. Dos días después de aquello, el seleccionador, Marco Justo, no ha sido capaz de contener las lágrimas durante el recuerdo que SER Deportivos ha brindado a la épica española.

Fue rememorar los instantes de estos segundos de locura y las lágrimas brotaron por sí solas. "Los pelos y la emoción... No lo asimilas todavía. No lo interiorizas", acertó a decir de primeras un emocionado Marco Justo en la antena de la SER nada más escuchar de nuevo la narración de esta heroica.

"Hay mucho detrás", desveló el seleccionador español, que explicaba así el cóctel de sensaciones que le llevaron a verse desbordado en la entrevista: "Por el trabajo, por todo lo que he pasado para poder vivir esto, por ver cómo han trabajado los chicos y cómo han ganado, por el staff, por la federación, por este cambio de ciclo que va a haber y que alguno podía tener dudas con lo que hemos contribuido al baloncesto español y al país...".

"No podría decir lo que pasó"

En definitiva, el desenlace de la final ante Francia fue "el escenario soñado por un entrenador", en palabras del propio Justo. "No podría decir lo que pasó en el sentido de cómo nuestra cabeza cambió", continuó el técnico, que insistió en que "el mensaje desde el primer día fue el mismo": "Los chicos debían tener un compromiso y una responsabilidad individual. No podíamos salir de ningún partido, fuera el que fuera, arrepentidos de no habernos tirado por un balón".

Es consciente incluso Marco Justo de las pocas esperanzas en los suyos tras el devenir de los acontecimientos. "Familiares y amigos a falta de 30 segundos habían apagado la tele porque no querían ver la celebración de Francia", llegó a asegurar, ubicando este ejemplo como "el resumen" idóneo de lo sucedido en un domingo para la historia.