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Sociedad

"Mi abuela me contaba historias espeluznantes": cómo el bombardeo de Hiroshima estigmatizó a los supervivientes

80 años después del bombardeo de Hiroshima, un nieto de supervivientes cuenta lo que vivieron sus abuelos

"A mi abuela no le habría sorprendido otro desastre": cómo el bombardeo de Hiroshima estigmatizó a los supervivientes

Madrid

Este 6 de agosto se cumplen 80 años de uno de los hechos que marcaron el siglo XX, el bombardeo de Hiroshima por parte de Estados Unidos. La bomba, a al que apodaron Little Boy, acabo con la vida de unas 130.000 personas y dejó más de 100.000 heridos en la ciudad japonesa. A día de hoy quedan menos de 100.000 supervivientes del arma nuclear, a los que se les denomina hibakusha. Hoy en La Ventana, Ken Sasaki, nieto de supervivientes de la masacre, recuerda las historias que sus abuelos le contaron sobre ese día.

"Mis abuelos vivían en un pueblo al norte de Hiroshima. Mi abuelo era médico y atendió a muchos afectados", ha contado Ken. "Él no contaba mucho, no quería hablar del tema. Mi abuela sí. En los últimos años le pedía que me contase cosas. Ella me contaba muchas historias y eran en su mayoría espeluznantes", ha explicado.

Sus abuelos tenían una pequeña clínica al norte de la ciudad. Y su abuelo fue llamado a filas mientras estudiaba. "Ella contaba mucho, que mi abuelo el día anterior a la caída de la bomba se iba a Osaka. Aún estaba terminando la carrera y fue alistado, se fue de casa diciendo que si llegaba a tiempo cogería el tren y si no se quedaría con unos familiares", ha contado Sasaki. Su abuelo llegó a tiempo y pudo coger ese tren. Tres días después, con la rendición absoluta de Japón después de la segunda bomba, pudo volver a casa.

"La primera noticia que tuvo mi abuela de lo que había pasado fue cuando llegó un hombre herido pidiendo ayuda. Ella contaba que había visto una nube negra a lo lejos en la capital. Los días siguientes llegaron muchos heridos transportados en camiones. Se quedaron sin vendas y sin medicamentos y tuvieron que recurrir a jirones de tela y remedios naturales", ha contado Sasaki.

"Mi abuela como consecuencia de atender a los heridos perdió el pelo, le salieron manchas por el cuerpo y se puso enferma... ", ha relatado Ken sobre las consecuencias de la radiación a la que estuvieron expuestos sus abuelos al atender a todos los numerosos heridos que llegaban a su clínica.

"Siempre en las noticias americanas lo que sale es que fue necesario para acabar la guerra. Y el hecho de que nunca haya habido una disculpa oficial sí que es algo que se comenta por las calles", ha explicado Ken. "Mi abuela no es que tuviese miedo de que se repitiese... Pero tampoco le habría sorprendido otro desastre. Me decía, por ejemplo, que siempre tenía que dormir con pijama, porque nunca se sabía cuando tendría que salir corriendo", ha comentado respecto al sentimiento que tienen muchos de estos supervivientes a día de hoy.

La Ventana | 80 años de la bomba de Hiroshima

Hiroshima: Testimonios de los últimos supervivientes

Además de Ken Sasaki, se ha unido también a la conversación Agustín Rivera. Agustín es periodista y el autor del libro Hiroshima: Testimonios de los últimos supervivientes.

"Yo veía un estigma, los que se referían como hibakusha tenían problemas para encontrar pareja o trabajo. También hubo mucho silencio, no había odio o rencor en los supervivientes. Al contrario, trasmitían un mensaje de paz", ha explicado Agustín.

"Incluso en Japón hay mucha gente que quiere olvidarlo, que quiere borrar ese recuerdo. Por suerte, muchos jóvenes están impidiendo que esto pase, con pódcasts y materiales audiovisuales", comentaba Rivera respecto a los sentimientos de la población Japonesa sobre los bombardeos.