El nuevo presidente de Polonia confirma en su investidura su sintonía con ultras como Orbán o Fico

Karol Nawrocki es ya oficialmente presidente de Polonia después de la investidura de esta mañana que sigue a su ajustadísima victoria electoral. El candidato ultranacionalista ha asumido el cargo con un discurso que le sitúa en la línea de dirigentes como el húngaro Orbán, el eslovaco Fico o la italiana Meloni.

"No vamos a ser subsidiarios de nuestros vecinos occidentales", ha argumentado, para añadir después que "seré la voz de quienes desean una Polonia soberana y no aceptaré que la UE nos quite competencias". Un mensaje que ha sido interrumpido por aplausos ante la mirada además de representantes del gobierno de Estados Unidos enviados por Donald Trump a Varsovia.

Nawrocki ha confirmado su intención de impulsar una nueva Constitución para 2030 así como de aumentar el gasto en defensa para consolidar el ejército polaco, país que es el que más gasta en este ámbito en relación con su Producto Interior Bruto de toda Europa.

Por último, el nuevo presidente ha subrayado su compromiso para detener la inmigración ilegal y su oposición a que Polonia abandone su moneda nacional y se sume al euro.

Enfrentamiento con el primer ministro

La elección de Nawrocki anticipa un aumento de la tensión política en el país, ya que el presidente tiene capacidad de veto sobre algunas decisiones del Gobierno, cuyo primer ministro Donald Tusk ha lamentado el resultado electoral.

En un mensaje en redes, Tusk ha calificado esta mañana de "día triste y decepcionante".

Partidarios de Nawrocki se han manifestado en las calles de Varsovia para respaldar al nuevo dirigente y sus mensajes contra la inmigración, al tiempo que el viceprimer ministro Krzysztof Gawkowski ha minimizado en televisión la capacidad que pueda tener Nawrocki de frenar la agenda de Tusk: "No será el presidente quien gobierne el país. El gobierno gobierna y el presidente como mucho puede criticar", ha dicho.

Lo cierto es que el presidente puede vetar leyes y ese veto sólo puede ser sorteado con el voto a favor de tres quintos de los parlamentarios. Además, tiene competencias como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y puede enviar leyes al Tribunal Constitucional para su revisión.