La cultura de vida de oriente y por qué deberíamos fijarnos más en ella: "No nos quedamos con lo realmente importante"
Tras recorrer más de 250 países, Alberto Campa reivindica una forma de vivir más consciente, sencilla y conectada con lo esencial

La cultura de vida de oriente y por qué deberíamos fijarnos más en ella: "No nos quedamos con lo realmente importante"
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Alberto Campa ha dado tres vueltas al mundo. Ha recorrido los rincones más singulares del planeta y, tras miles de kilómetros y experiencias acumuladas, ha llegado a una conclusión que comparte con convicción en SER Aventureros: "La verdadera riqueza de la civilización humana está en Oriente".
"Para mí, y creo que para mucha gente, la verdadera riqueza de la civilización humana está en Oriente", afirmó Campa. No se refiere solo a países como China, Japón o Vietnam, sino a una forma de entender la vida que, según él, "está más centrada en el ser que en el tener".
Durante sus viajes, ha observado que en muchas culturas orientales existe una práctica cotidiana de introspección, de conexión con el presente. "Dedicar cinco o diez minutos al día a pensar en la vida, en estado puro, es algo que allí se hace con naturalidad. Aquí, en cambio, parece que la felicidad depende de cuánto dinero tienes", lamentó.
Campa contrapone esa visión con la occidental, marcada por el capitalismo y la acumulación. "Desde jóvenes nos enseñan que hay que luchar por tener cosas, por acumular, y al final te das cuenta de que muchas no son necesarias. Lo verdaderamente importante es otra cosa", explicó.
Su crítica no es solo económica, sino existencial. "En Europa y Norteamérica hemos avanzado tanto que parece que caemos por el otro lado de la montaña una vez que la coronamos. Morimos de glamour", dijo con ironía. Frente a esa visión, destaca la cultura oriental como un modelo que prioriza la introspección, la serenidad y la felicidad cotidiana.
Además de su mirada filosófica, Campa también compartió anécdotas de sus viajes: desde convivencias con monjes budistas hasta largas travesías en bicicleta por Asia Central. En todos esos lugares, encontró una constante: "La gente vive con menos, pero vive mejor. Hay una paz que no depende de lo material".
Campa invita a repensar nuestras prioridades, a mirar hacia Oriente no solo como destino turístico, sino como fuente de inspiración para vivir de forma más plena. "No nos quedamos con lo realmente importante", concluye.




