Por qué Bill Gates está en el punto de mira de los conspiranoicos

Bill Gates, uno de los hombres más ricos del planeta, ha pasado de ser el "matón corporativo" de Microsoft a convertirse en el rostro amable de la filantropía global. Pero, según el periodista de investigación Tim Schwab, esta transformación no ha sido tan transparente como parece. "La gente no es idiota", afirmó Schwab en el programa Cibermillonarios de la SER. "Hay que entender que la historia de Gates es mucho más compleja de lo que cuentan las noticias".

Schwab sostiene que la narrativa mediática sobre Gates ha sido excesivamente positiva, centrada en sus donaciones multimillonarias y sus ambiciones de cambiar el mundo. "La prensa ha dejado un espacio sin cubrir", dijo, "y los aprovechados, los demagogos, los estafadores lo han ocupado con sus teorías de la conspiración".

En su libro, Schwab denuncia que la Fundación Bill y Melinda Gates ha donado más de 300 millones de dólares a medios de comunicación, lo que, según él, ha contribuido a una cobertura acrítica del magnate.

"No está simplemente regalando dinero, está comprando influencia", afirma. Esta influencia se extiende a la salud pública, la educación, la agricultura y hasta la política internacional. "Se reúne con líderes electos y da forma a prioridades, incluso a presupuestos gubernamentales", señala Schwab.

El periodista también cuestiona el modelo de filantropía que representa Gates. En lugar de ser una herramienta de ayuda desinteresada, Schwab la describe como una forma de ejercer poder político sin control democrático. "La Fundación Gates, valorada en más de 50.000 millones de dólares, no se somete a escrutinio público. No concede entrevistas críticas, no responde a preguntas incómodas. Marca las reglas del juego", denuncia.

Además, Schwab alerta sobre el impacto de la fundación en países en desarrollo, especialmente en programas de salud reproductiva. Según su investigación, algunas mujeres africanas se han sentido presionadas a aceptar terapias hormonales financiadas por la fundación, lo que plantea serias dudas éticas.

En este contexto, no sorprende que Gates se haya convertido en blanco de teorías conspirativas. "La verdadera historia de Bill Gates y la Fundación Gates es mucho más interesante que cualquier conspiración", concluye Schwab. Pero también más inquietante.