Corbin fue Strong en el diluvio de Harstad
El ciclista neozelandés Corbin Strong se impone en la primera etapa de la Arctic Race de Noruega con una victoria en el exigente repecho de Harstad


La belleza no está reñida con la adversidad. Los lindos parajes por lo que transitó la primera etapa de la Arctic Race 2025 vinieron acompañados de forma incesante por la lluvia. Desde la salida hasta el final, cayó más agua que en las dos ediciones que había cubierto la SER la carrera (2022 y 2024). ¿La única comparación? La última semana de Tour, cuando cayó lo que no está escrito en Valence, Col de la Loze, La Plagne o los Campos Elíseos. Aquí la palabra sequía está prohibida.
El día había comenzado mojado, pero con mucha hambre. En la salida de Borkenes el protagonista fue un Kvæfjordkake. Tan impronunciable como exquisito. Presumían en la zona de que era el más largo, de 30,7 metros de longitud. Un hojaldre de crema con merengue y avellanas, con cinco capas deliciosas que se engullían con facilidad pasmosa.
El trabajo en equipo como lema del día
El Kvæfjordkake gigante ha sido fruto del trabajo conjunto entre las comunidades locales, voluntarios de Cruz Roja y refugiados de 11 países. Otro trabajo conjunto, el de Israel-Premier Tech, ha acabado en un doblete tal vez inesperado de Corbin Strong y Riley Sheehan en la etapa inaugural.
Strong es un ciclista en estado de gracia. Viene de ganar el Tour de Valonia y es un 'finisher' potente, capaz de aguantar en exigentes llegadas como la de Harstad o ser segundo del letal Mads Pedersen en una etapa del Giro. Tal vez infravalorado, a sus 25 años, lo lógico es que lo mejor esté por llegar
Quien ha dejado claro que viene a por todas es KernPharma. Su nombre sonaba en megafonía cuando se pusieron a tirar en el tramo final en busca de una buena posición de Pau Miquel. Quién sabe si pensando en la etapa (9º) o en la general, 'a lo bajini'. Rozó el palo en la pasada Vuelta y buscará la gloria en los fiordos nórdicos. No será porque el recorrido no le convenga.




