Selecciona tu emisora

Ir a la emisora
PerfilDesconecta
Buscar noticias o podcast

El problema de Renfe con los Talgo Avril que compró el PP: llegaron sin pruebas y han causado cientos de incidencias

El PP licitó y adjudicó en 2015 los trenes aceptando una oferta extremadamente baja y pese a la falta de experiencia previa con ellos en la red española

El problema de Renfe con los Talgo Avril que compró el PP: llegaron sin pruebas y han causado cientos de incidencias

El problema de Renfe con los Talgo Avril que compró el PP: llegaron sin pruebas y han causado cientos de incidencias

00:00:0001:17
Descargar

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

Madrid

Hace 10 años se encargaron los últimos trenes de Alta Velocidad que España tiene en su flota y no fue hasta el año pasado que entraron en funcionamiento. Hablamos de los trenes Talgo Avril, que iban a ser una revolución tecnológica para el mercado de la Alta Velocidad por su gran capacidad y su cambio de ancho, que permite circular en vías de tipo convencional y de tipo internacional.

Más información

Lo que se vendió como un salto tecnológico ha terminado siendo un problema para Renfe y para los viajeros. Ya desde el primer día empezaron dando fallos y no fue hasta verano que la situación se descontroló. Desde el 21 de mayo (día de la puesta en marcha) hasta el 5 de agosto (última gran incidencia de aquel verano) se produjeron 479 incidencias con estos trenes. De todas ellas, 352 tuvieron un impacto de entre 10 y 30 minutos de retraso en tramos de llegada o salida de trenes; 99 de entre 30 y 60 minutos y otras 28 fueron superiores a 60 minutos.

Los fallos específicos de los trenes Avril

La SER tuvo acceso a los detalles sobre los fallos específicos de estos trenes cuando empezaron a funcionar en 2024:

  • Fallos en el sistema de tracción: pantógrafos que bajan a destiempo y caídas de tensión.
  • Problemas en el control del tren y las comunicaciones: falsas averías por problemas de comunicaciones y fallos en la gestión al paso por cambiadores de ancho.
  • Problemas de estabilidad: inestabilidad de bogies (ruedas y ejes).
  • Envejecimiento prematuro del tren.
  • Problemas constantes en el cierre de puertas.
  • Ruido excesivo: elevado nivel de ruido interior y exterior.
  • Fallos en la megafonía, equipos de restauración y frigoríficos, instalaciones sanitarias (WC) y equipos de climatización.

Durante los meses posteriores, la fiabilidad de los Avril fue mejorando, pero el 1 de enero de este año, día de Año Nuevo, todos estos modelos quedaron paralizados durante todo el día por un fallo en el software. El llamado “efecto 2000” con el que el tren no reconoce el cambio de año, se bloquea y que en este caso terminó generando un problema específico en las baterías, ya que no daban suministro al tren.

Y la última de todas ha sido la semana pasada, porque Renfe ha tenido que retirar cinco unidades Avril de ancho fijo que daban servicios de Avlo en el corredor Madrid-Barcelona. En este caso se han detectado fisuras en los bogies. Talgo tiene que traer los repuestos y repararlos, así que las unidades estarán apartadas durante un tiempo y han sido sustituidas por trenes S102 y S103. Desde la operadora aclaran que el resto de unidades han sido revisadas y están perfectamente.

El PP y Renfe dieron su visto bueno a esta compra

Fue Íñigo de la Serna como titular de Fomento, durante el Gobierno del Partido Popular, el que en 2015 licitó el concurso para encargar 30 trenes de Alta Velocidad y que terminó adjudicando a Talgo en 2016. Al concurso se presentaron fabricantes como Alstom, CAF o Siemens, pero primaba la propuesta económica (65%) más que la técnica (35%) y Talgo ofrecía un modelo sin experiencia previa que había que fabricar desde cero y con una oferta que era un 43% más baja con respecto al presupuesto anunciado. Alstom planteó dudas sobre esta adjudicación porque ofrecían un tren que ya rodaba por España, al igual que Siemens. Pese a esto y según el portal Geotren, el Avril recibió 28,11 puntos sobre 35 para su tren de ancho fijo y 29,62 para su tren de ancho variable.

CAF presentó su tren Oaris con 22,62 puntos, que curiosamente es el modelo que las operadoras están mirando para la segunda fase de liberalización, ya que se le podría montar el ancho variable para llegar a Galicia y Asturias. Alstom trajo dos modelos, el AGV y el Eurodúplex, valorados con 25,14 puntos y 24,51 respectivamente, y Siemens trajo los Velaro, que habían sido probados con éxito en la serie 103 de Renfe, pero que recibieron la peor valoración con 21 puntos.

Además, según adelantaba la semana pasada Víctor de Elena en El Economista, el informe técnico de Renfe bajo el mandato de Pablo Vázquez puso al Avril como el tren mejor valorado. Es un informe, según se explica en el artículo, que fue firmado por tres directivos y que dio 11 valoraciones favorables frente a 4 desfavorables al modelo de Talgo. Alstom se llevó 8 positivas y 10 negativas, para CAF fueron 4 y 4, mientras que para Siemens fueron 1 positiva y 6 negativas. Del Avril, un tren que solo era un prototipo y que no había rodado en las vías para entonces, se destacó la planta de un solo piso y sus asientos 3 + 2 que permitían ofrecer servicios low-cost.

El efecto dominó de la adjudicación del PP

Aunque Renfe y Talgo se pusieron las pilas para mejorar la fiabilidad gracias a Tarvia, la empresa conjunta que se encarga de reparar sus trenes, la operadora española no estaba contenta con el resultado y decidió ejercer sus derechos recogidos en el contrato. Ahora le reclaman a Talgo una indemnización por contrato de 116 millones de euros (más otros 50 por lucro cesante), que se justifica por el retraso en la entrega de estos trenes (unos dos años), sumado a todos los problemas técnicos. Esto ha provocado un descalabro en las cuentas financieras de Talgo, que ya están en una situación complicada por una deuda financiera cada vez más grande y una cartera de pedidos difícil de asumir debido a la falta de capacidad industrial.

Mientras que Renfe reclama su parte y hace tambalear las cuentas, Talgo ha sufrido varios intentos de cambio accionarial (Magyar Vagon, Pesa…), pero finalmente será el gigante siderúrgico vasco, Sidenor, el que dará esa renovación industrial. Lo hará entrando en su accionariado junto con un consorcio de entidades bancarias (Finkatuz, BBK y Fundación Vital) a partir de una oferta de 153 millones de euros y una posición del 29,8%, de manera que no es necesario lanzar una OPA. Pese a esto, las dudas respecto a su viabilidad financiera han bloqueado la operación durante varios meses, y ha tenido que ser la SEPI la encargada de desbloquearla con una entrada en su capital de 75 millones de euros.

Así que, lo que fue un encargo autorizado por el PP de Rajoy ha terminado siendo un dolor de cabeza para la Renfe de hoy y ha dejado a Talgo en una situación complicada.

Eduardo Hernández Ojeda

Eduardo Hernández Ojeda

Periodista en el equipo de Economía de la Cadena SER. Actualmente, estoy cubriendo las áreas de industria,...

 

Directo

  • Cadena SER

  •  
Últimos programas

Estas escuchando

Hora 14
Crónica 24/7

1x24: Ser o no Ser

23/08/2024 - 01:38:13

Ir al podcast

Noticias en 3′

  •  
Noticias en 3′
Últimos programas

Otros episodios

Cualquier tiempo pasado fue anterior

Tu audio se ha acabado.
Te redirigiremos al directo.

5 "

Compartir