Los números de las matanzas en las colas del hambre y su patrón "intencional": un 19% de disparos en el tórax; un 11%, en la cabeza

Madrid

El reciente informe elaborado por Médicos Sin Fronteras (MSF), en el que se denuncia que los puntos de distribución de la Fundación Humanitaria de Gaza —respaldada por la Administración Trump y el gobierno de Netanyahu— están funcionando como escenarios de asesinatos orquestados, sigue ganando relevancia. Especialmente tras los datos aportados por el responsable de operaciones de MSF en Gaza, José Mas, quien en una entrevista con José Luis Sastre en Hoy por Hoy ha confirmado que, tras recuperar "datos médicos" de dos centros de salud cercanos a estos puntos de distribución, se ha identificado un patrón preocupante. Concretamente, en uno de los centros, "las heridas de bala se concentraban en la cabeza y el cuello (11%), y en el tórax (19%)".

Según Mas, "esta distribución anatómica sugiere una precisión que parece más selectiva o intencional que producto de fuego indiscriminado". En el segundo centro de salud, aunque los datos son distintos, el patrón se mantiene: "las heridas mostraban mayor precisión en las extremidades inferiores, lo que también indica un patrón en el modo en que se está abordando el control de multitudes".

Mas ha subrayado que estos datos "demuestran claramente que nuestros equipos están tratando a víctimas de un conflicto, pero no a combatientes: son civiles desarmados, muchos de ellos menores de edad, que simplemente estaban intentando conseguir alimento".

"Más allá de las estampidas, las aglomeraciones y el pánico, las medidas de control de multitudes que se están aplicando no son apropiadas. Hay una violencia desproporcionada, mucho mayor de la necesaria", ha remarcado Mas, quien además ha insistido en la alarmante cantidad de menores heridos por armas de fuego.

Una elevada cantidad de menores heridos por arma de fuego

"De los 1.380 heridos que hemos podido tratar, 71 eran niños. De ellos, 25 eran menores de 15 años", ha detallado, recordando el caso de un niño de 12 años que recibió un disparo que le atravesó el cuerpo y que, según los testimonios recogidos, había salido solo a buscar comida. Además, el responsable de operaciones de MSF ha asegurado que "también se atendió a cinco niñas dentro de ese mismo grupo de edad".

Respecto a las justificaciones ofrecidas por las autoridades israelíes, Mas ha señalado que "la gente se acerca desesperada en busca de comida, y en muchas ocasiones lo hace armada, no para atacar, sino para proteger los pocos alimentos —latas o pedazos de comida— que han logrado conseguir, muchas veces arrebatados a otras personas igual de desesperadas". Esta situación, concluye, convierte la Franja, y especialmente los puntos de distribución, en "una verdadera jungla".