Trabajar en una oficina durante una ola de calor: "El riesgo se menosprecia en gran cantidad de ocasiones"
Miguel Ángel Sierra, técnico de prevención de riesgos laborales, analiza en 'Hora 14 Fin de Semana' los efectos de minimizar el riesgo de trabajar en espacios interiores durante el verano
Una trabajadora regula el aire acondicionado en un comercio, en Barcelona. / Europa Press News
Madrid
Las olas de calor que cada vez abundan más en los meses de verano afectan a múltiples ámbitos de la vida diaria, pero quizás uno de los más castigados es el plano laboral. Las temperaturas extremas golpean especialmente a todos aquellos empleados que trabajan al aire libre, pero su riesgo también puede ser preocupante para los espacios laborales interiores que no cuentan con una climatización adecuada.
"Se entiende que en general en interiores se puede controlar mejor este riesgo e ir climatizando el área de trabajo", afirma Miguel Ángel Sierra, técnico de prevención de riesgos laborales de la empresa Arcadis. "Pero es verdad que este riesgo se menosprecia en gran cantidad de actividades en interior", añade.
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Trabajar en una oficina durante una ola de calor: "El riesgo se menosprecia en gran cantidad de ocasiones"
Un peligro infravalorado debido a que, por lo general, se vinculan los efectos negativos de las olas de calor con la exposición al exterior. Sin embargo, las temperaturas altas también pueden darse en espacios interiores que no estén bien acondicionados. "Pueden suponer mareos, pérdidas de conciencia o incluso la muerte por golpes de calor", ha asegurado Sierra.
Una inspección de trabajo limitada
La situación, según el técnico, "requiere un debate en profundidad". "El incumplimiento de la normativa en prevención está aún muy presente en el ámbito laboral", señala Sierra, que critica que la vía de la inspección de trabajo esté aún "muy limitada". "Es escasa y lenta casi siempre", agrega.
"Tomar las medidas contra el calor no debe realizarse en julio o agosto", insiste. "Debe realizarse durante todo el año desarrollando un plan y unas medidas a seguir pactadas entre empresa y trabajador, como protocolos por estrés térmico", recomienda Sierra.
