De Hitler a Bush: los precedentes históricos de los argumentos de Netanyahu para ocupar la ciudad de Gaza
La última rueda de prensa del primer ministro hebreo en la que ha defendido su plan de ocupación al que se oponen militares y familiares de rehenes ha estado protagonizada por mensajes usados por regímenes totalitarios del pasado
De Hitler a Bush: los precedentes históricos de los argumentos de Netanyahu para ocupar la ciudad de Gaza
Benjamín Netanyahu trató de convencer este domingo a la prensa internacional y, por tanto, a la opinión pública mundial de las supuestas buenas consecuencias que van a acompañar a su despliegue para la ocupación militar de la ciudad de Gaza.
Una comparecencia en la que el primer ministro hebreo ha seguido paso por paso un argumentario utilizado por los nazis, el régimen estalinista o por los dirigentes racistas del apartheid sudafricano en el pasado.
Una guerra de "liberación"
"Nuestra intención no es ocupar Gaza, sino liberarla del terrorismo de Hamás", decía Netanyahu ante la prensa. Sin necesidad de viajar mucho en el tiempo, la frase recuerda a una casi idéntica con la que George W.Bush justificaba ante las tropas en 2003 la invasión de Irak: "No lucharán para conquistar a nadie, sino para liberar gente".
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El primer ministro hebreo justifica que en el futuro haya un gobierno en Gaza que no suponga una preocupación para Israel. Una táctica utilizada por ejemplo por la Unión Soviética con su mapa de gobiernos títeres en el este de Europa o explicada de forma teórica por el propio Adolf Hitler en Mein Kampf, donde establecía "la subordinación de los intereses de los territorios separados con el único objetivo de la libertad del territorio principal".
El propio Hitler dijo al iniciar la anexión de Austria por parte de Alemania que "no hemos llegado como tiranos, sino como los liberadores". Esta frase la dijo en el discurso de victoria en marzo de 1938 en Viena.
Justificación del desplazamiento forzoso
En su comparecencia de este domingo, Netanyahu aseguró que la expulsión forzosa de centenares de miles de habitantes de la ciudad de Gaza era por su bien. "Permitiremos que la población civil abandone de manera segura las áreas de combate y se dirija a las zonas seguras designadas donde recibirán abundante comida, agua y atención médica", aseveró.
Este tipo de desplazamientos forzosos por el supuesto bien de los desplazados es una tónica repetida muchas veces a lo largo de la historia. Cuando Ratko Mladic entró en la ciudad de Srebrenica y comenzó a llenar autobuses de varones bosnios, aseguró que no quería hacerles nada. Poco después los masacró por miles.
Volviendo a la época nazi, el régimen de Hitler quiso presentar el campo de Theresienstadt como un balneario donde atender a judíos ancianos. En realidad era un lugar de tránsito hacia los campos de exterminio.
El régimen de Stalin calificaba como "campos de reeducación" a los centros de matanza masiva que fueron los gulags. El régimen del apartheid sudafricano utilizó el término "reasentamiento" para el realojo forzoso de población negra. Los desplazamientos masivos y trabajos forzosos del régimen de los Jémeres Rojos en Camboya eran calificados como "reubicaciones en comunidades cooperativas de trabajo".
Ataques a la prensa
Netanyahu cargó contra la prensa internacional, a quien acusa de publicar supuestas mentiras sobre el daño sufrido por la población gazatí. Negó incluso que en la Franja haya miles de personas pasando hambre como denuncian todas las organizaciones internacionales que trabajan en la Franja.
Horas después, el ejército de Israel ha asesinado a cinco periodistas de Al Jazeera.
Estos argumentos también se han utilizado en otros conflictos del pasado. El régimen nazi contaba incluso con la expresión alemana Lügenpresse, la "prensa mentirosa", con la que primero Göring en 1933 y después Goebbels calificaban a todo aquel que denunciaba sus crímenes.
La misma política se instauró durante las décadas de dictadura soviética, en las que el gobierno de la URSS acusaba a la prensa internacional de ser "fábricas de mentiras" para sostener el sistema capitalista. Las denuncias de los crímenes de la dictadura de Videla por parte de la prensa extranjera eran calificadas como campañas orquestadas contra el país, lo mismo que decía el gobierno de Pinochet sobre las informaciones relacionadas con las torturas de su régimen en Chile. Idéntica reacción tuvo en su día el gobierno de China con las informaciones sobre las matanzas de Tiananmén.
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Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó...Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó a la Cadena SER en 2005 y desde entonces ha formado parte de los equipos de Hora 14, Fin de Semana, Radio Madrid y de la sección de Economía. Licenciado en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid.