El museo que Piqueras considera imprescindible para entender el terror del siglo XX
El museo ocupa el antiguo edificio de la policía secreta, y sus salas recrean las celdas de tortura y los espacios de represión

El museo que Piqueras considera imprescindible para entender el terror del siglo XX
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Pedro Piqueras no dudó en señalarlo con firmeza durante su intervención en El primer vuelo, de la SER: "Si hay un lugar que hay que visitar en Budapest, es el Museo del Terror. Es imprescindible para comprender el terror de los totalitarismos".
Ubicado en la avenida Andrássy, el Terror Háza, como se llama en húngaro, no es solo un museo, sino un testimonio vivo de las heridas que dejaron el nazismo y el comunismo en Hungría. "Allí están expuestas fotografías, imágenes de la época soviética, de la época nazi, con los cruces flechadas húngaros, que eran más nazis que los propios nazis", explicó Piqueras, visiblemente impactado por lo que vio en su visita.
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El museo ocupa el antiguo edificio de la policía secreta, y sus salas recrean las celdas de tortura y los espacios de represión. Para el periodista, se trata de "una especie de monumento contra el totalitarismo", aunque lamentó que su mensaje no siempre cale en la sociedad actual: "Luego pienso: no le sirve de nada, porque realmente hay un totalitarismo naciente allí que invade toda Europa de un modo inexplicable para los que somos mayores".
Piqueras también describió cómo ese clima político se percibe en las calles de Budapest, con la presencia de jóvenes vinculados al partido ultra Jobbik: "Llevan tatuada en la espalda la corona de San Esteban, símbolo nacional, y cuando los ves en las piscinas o haciendo guardia en las discotecas, entiendes que su presencia no es casual. Representan una ideología que se está asentando silenciosamente en la vida cotidiana de la ciudad."
A pesar de todo, el periodista no dejó de elogiar la ciudad: "Es una ciudad pacífica y bellísima. Nunca he presenciado ningún incidente, y lo que más me sorprende es la diversidad de quienes la visitan: jóvenes, mayores, gente de todo tipo.". Recomendó además visitar el barrio judío y descubrir la literatura húngara.




