Un investigador del Museo del Prado desvela el secreto que podría ocultar un cuadro de Rubens: "Tiene serios indicios"

"La reutilización de lienzo es bastante frecuente", explica Jaime García-Máiquez, investigador del gabinete técnico del Museo del Prado, en el último programa de A vivir que son dos días. Contrario a lo que se pueda pensar, cuando los grandes artistas cometían errores o dejaban cuadros a medias a los que luego no daban salida, era muy común que pintasen sobre intentos de obras anteriores.

Conocidos como "pentimentos", traducido del italiano de "arrepentimientos", los artistas corrigen sus errores buscando la versión más perfecta de sus obras. Uno de los grandes artistas de los que se ha podido observar una gran variedad de estos cambios es el sevillano Diego de Velázquez. El deterioro de las capas más superficiales de sus obras ha sacado a la luz algunos de estos errores.

En el Retrato de Felipe IV, por ejemplo, de una de las patas de la mesa sale una pierna del monarca difuminada. "En su momento, hubieran pensado que era una chapuzas, pero estaba tapado. Ahora lo vemos porque la pintura está transparente", explicaba la ilustradora Ximena Maier. En el Museo del Prado, han encontrado lo que parece ser un cuadro de Velázquez debajo de uno de Rubens,

"La reutilización de lienzo es muy frecuente, diría que incluso más frecuente incluso que los grandes cambios de composición, que al principio uno está pintando y podría ir cambiando constantemente lo que va haciendo, porque se arrepiente y estoy hablando del arte hasta el siglo XIX", explicaba. Aunque no se puede saber con exactitud si es un cuadro de Velázquez o de su taller, pues está oculto bajo uno de Rubens, García-Máiquez sostiene que "tiene serios indicios".

Parece ser un boceto antes del cuadro definitivo de uno de los infantes de España, el infante don Carlos, que posteriormente, Rubens cubrió con el retrato de un joven desconocido. "Hemos mirado desde todos los ángulos para ver si pudiera ser un retrato del propio Velázquez, pero no lo sabemos", continúa.

Pero lo más increíble, señala, es que al artista flamenco no le hizo ocultar el cuadro de debajo, sino que utilizó luces y brillos, incluso parte de la composición de la cara y del torso para la pintura de encima. "Demuestra un dominio técnico increíble, además de una cierta amistad con Velázquez, porque esa reutilización no se va a hacer con alguien con el que no tengas esa cercanía", añadía.