Tribunales

Los asaltantes del empresario que financió a Alvise: "A mí me van a pagar igual, tanto si te mato a ti o a tu mujer, así que colabora"

El inventario del robo incluye un móvil con criptomonedas bloqueadas por la Audiencia Nacional

El eurodiputado Alvise Pérez. / Europa Press News

La denuncia de Álvaro Romillo ante la Policía Nacional por el asalto sufrido en su casa durante la madrugada del lunes recoge que el individuo que parecía liderar al grupo de cinco que irrumpió en la vivienda le apuntó con una pistola a la cabeza y le dijo que actuaban por encargo: "Sabemos que has robado mucho dinero. Nos han contratado para recuperarlo. A mi me van a pagar igual, tanto si te mato a ti o a tu mujer, así que colabora", le espetó mientras él y su mujer yacían embridados en el suelo.

Como ya informó la Cadena SER, durante el asalto, que se prolongó más de cuatro horas, los individuos -armados, enmascarados y con guantes de látex- obligaron a Romillo a identificar dónde tenía criptomonedas. Una vez él entregó los teléfonos que contenían los monederos, no sabían transferirlo. Contactaron por videollamada con un sexto individuo y, siguiendo sus indicaciones, completaron la transacción.

En total, de acuerdo a la denuncia, salieron de sus monederos fríos 1,3 millones de euros. Pero además, los asaltantes se llevaron los teléfonos móviles que encontraron, incluyendo uno que, según explicó Romillo a la Policía Nacional, ya fue volcado por la UCO de la Guardia Civil en la investigación del Tribunal Supremo por la presunta financiación ilegal de la campaña de Alvise Pérez.

Ese terminal, que estaba apagado cuando se hicieron con él, contiene además 1,8 millones de euros en criptomonedas que están bloqueadas por orden de la Audiencia Nacional. Allí está imputado bajo sospecha de haber perpetrado una estafa piramidal con un club de inversión, el MIC.

A lo largo del tiempo que la pareja estuvo retenida, se sucedieron las amenazas, tal y como refiere Romilo. "Sabemos todo de ti, desde que vivías en Serrano. Vimos cuando hiciste la mudanza y hemos seguido a tu hija. Sabemos que ayer estuvo en la piscina", le dijeron. La habían confundido con la novia de su hijo, pero en lo demás, acertaban.

En otro momento, exigieron que abriese una caja fuerte que según Romillo, es del propietario del inmueble y a la que no tiene acceso. Cuando comunicaron al sexto de la videollamada que no la abriría, este espetó: "Mátale, métele cuatro tiros y llévate a la mujer".

Él colocó el silenciador en su pistola y se la puso en la frente para presionar sobre la caja fuerte, pero Romillo y su mujer mantuvieron que no la podían abrir. Un segundo asaltante le tranquilizó diciéndole que tardarían poco ya en marcharse.

Oro, diamantes... y una lata de cerveza

Para entonces, ya habían cogido "los relojes" que previamente le habían pedido y las joyas que encontraron mientras lo buscaban. El inventario incluye desde diamantes hasta monedas de oro, pasando por 210.000 euros en efectivo repartidos en fajos.

Por el camino, le pincharon con un cuchillo que cogieron de su cocina y le dispararon con su propia pistola taser como represalia porque no había confesado que tuviese armas en el domicilio. En este sentido, la declaración formal ante la Policía arrancó pasadas las cinco y media de la tarde del lunes, cuando recibieron el alta en el hospital que revisó las lesiones.

Estuvo compareciendo hasta las dos y media de la madrugada, en compañía de sus abogados, Silvia Hevia y Francisco Miranda (Vox Legis), los mismos que le representan tanto en la Audiencia Nacional como en el Supremo.

Según su relato, cuando pasadas las siete y cuarto de la mañana, se marcharon y Romillo y su mujer pudieron desatarse, bajaron a la planta baja de la vivienda para descubrir que, además, los asaltantes habían estado picoteando: se tomaron un cartón de gazpacho, un zumo y una lata de cerveza.